A Andrés Ceballos -ahora Andrés Koi- los ojos le brillan con intensidad. Se nota que para él, sacar su primer disco en solitario es la mayor de las ilusiones. Y, aunque es inmensamente joven porque tiene 31 años, al final es un viejo conocido en el sector por haber sido vocalista durante catorce años (que se dice pronto) del exitoso Dvicio que ahora, tras la separación del grupo (al que también pertenecía su hermano, el también cantante Martín Ceballos) ha decidido desplegar sus alas y volar solo con AIJAG (Andrés is Just a Game). Tras vivir el complicado proceso de reencontrarse a sí mismo, este carismático joven dueño de una voz y un duende que hace que sus directos sean únicos, ha conseguido abrirse en canal y compartir su mejor versión en esta nueva etapa en solitario que acaba de iniciar.
A lo largo de sus trece inspiradoras canciones (que su madre coreó orgullosa sin cesar durante la presentación del disco) este madrileño de origen argentino por parte de padre confirma su evolución hacia un sonido internacional e de alguna manera ingresa con este trabajo directamente en la élite de la música hecha en nuestro país sin perder un ápice de autenticidad y sin renegar del pasado: «Con Dvicio vivimos cosas impresionantes y fue una etapa preciosa pero necesitaba volar».
Nuestra charla con él no tiene desperdicio y verla es una manera de conocerle un poco más en la que es, su etapa de mayor autenticidad. DALE AL PLAY y disfruta de la entrevista.
«Es importante siempre atreverse a ser fiel a uno mismo y saber salir de donde no se está del todo a gusto o sientes que tu corazón ya no está ahí»
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Producido por el galardonado con múltiples Grammys Navi, la elegancia y un toque cosmopolita definen el nuevo camino sonoro de Andrés Koi, un apellido artístico que significa Kids of Inmigrants, como declaración del espíritu internacional de un hijo de argentino y brasileña. Andrés juega, corre, pinta, se suelta y se siente libre, en una emancipación estilística que avanza nueva y prometedora. Basada en las esencias de su propio estilo y en la armonía con el mundo, para transmitir una profunda sensación de libertad porque al final eso es lo que es su camino en solitario: un canto a la libertad y a la vida, que son dos días.
Cartorce años en Dvicio y la ganas de volar
«Yo he escrito este disco para mí. Yo he escrito este disco porque lo necesitaba»
La charla que mantuvimos con Andrés Koi es un deleite de sinceridad y eso, se lo agradezco enormemente. No hizo falta que le preguntara por Dvicio porque naturalmente él fue el que se precipitó a nombrar ese grupo que formó parte de su vida durante catorce años y al final, siempre estará presente. Sin renegar pero con la verdad por delante, el cantante asume que el proceso no fue fácil: «Empecé a tocar con ellos cuando tenía 16. Tengo ahora 31. Hemos vivido unas cosas impresionantes. Es una etapa preciosa, pero necesitaba esto ya para mí, necesitaba volar. Todo ese proceso, está muy reflejado en este álbum y me gusta mucho porque gracias a eso también he conectado muchísimo con el niño que yo fui y con mi esencia».
AIJAG: Andrés is Just a Game
«En cada canción de este disco hay un poquito de ‘medicina’ porque en él estoy compartiendo un proceso muy personal que supone mi reinvención»
Con la dicha de haber podido asistir en exclusiva a la presentación de AIJAG, podemos afirmar que se trata de un disco íntimo en el que Andrés se abre en canal y saca a relucir sus sentimientos más profundos. La muestra de una artista que ha madurado y crecido tanto en lo profesional como en lo personal y que está preparado para todo lo que le viene.
Probablemente ninguna otra canción como Eléctrico plasme ese espíritu infantil que recorre las venas de Andrés para crear este AIJG. «Qué le voy a hacer, si no quiero crecer», canta en su nuevo tema, para recuperar un mensaje que ya deslizó en El niño que fui ayer y, de alguna manera, en los demás temas que han anticipado la publicación del nuevo álbum, como Buffet, Todo lo que me mata y La buena vida. Como ya cantaba en esta última, «la buena vida es más sencilla de lo que creía». O, dicho de otro modo, y algo que nos recalcó durante toda la entrevista: no hay necesidad de tomarse las cosas demasiado en serio.
Un reinicio artístico lleno de vitalidad y color, algo que se ve en el diseño de su portada. El arte está más que presente en AIJAG en línea con ese vínculo con la infancia que el artista imprime a su proyecto. Desde un punto de vista muy personal, con un craft realizado por el propio Andrés. Todas esas sensaciones se manifiestan en la parte audiovisual del show, un reflejo de lo que el fan vive y siente desde Buffet, su primer tema, hasta presenciar su espectáculo y tener AIJAG entres sus manos.