Si hace unos días hablábamos de que el revolucionario antiaging Longenic acababa de aterrizar en España, hoy miramos hacia la flacidez y a Lanluma, el estimulador de colágeno que tu cuerpo te estaba pidiendo para terminar, de una vez por todas, con la piel caída. Y también con la celulitis. Ya sea para glúteos o brazos, este tratamiento de Sinclair Pharma está conquistando a todo aquel que lo prueba.
¿Qué es Lanluma?
Como explica la cirujana plástica Victoria Páez, embajadora de Lanluma, «con este ácido poliláctico se puede tratar casi todo tipo de glúteo, ya que se utiliza para rellenar las depresiones y las zonas en las que se quiere mejorar la proyección independientemente de la forma que el glúteo tenga de base».
A diferencia del ácido hialurónico de vida corta y los implantes de silicona, este ácido se comporta como un relleno dérmico bioestimulante que produce colágeno nuevo y mejora la firmeza, además de aumentar el volumen donde sea necesario, redondeando las formas de una forma muy natural ¡con una duración de hasta 2 años!
¿Cómo se aplica?
Este inyectable remodela, alisa y esculpe a través de la infiltración de ácido poliláctico, biocompatible y completamente reabsorbible. El tratamiento se basa en la renovación cutánea a nivel celular con la formación progresiva de nuevo colágeno.
Los expertos lo utilizan con varias aplicaciones, entre ellas: aumentar y remodelar el volumen de los glúteos; mejorar la flacidez y firmeza de los brazos; y eliminar la celulitis.
¿Dónde se ven los resultados?
Las pequeñas infiltraciones se dan en aquellas zonas donde se ha perdido volumen. Así, el producto estimula la formación de nuevo colágeno de manera natural y progresiva. El paciente percibe una mejoría gradual a medida que avanza el tratamiento.
En el caso de los glúteos, tras un estudio detenido de su forma natural, una cánula permitirá inyectar el ácido poliláctico solo en las zonas a proyectar. La clave, como señala la doctora Páez, “es buscar la proporción 40/60 para que la zona inferior del glúteo sea más voluminosa, e inyectarlo de forma que se crucen vectores de producto creando una ‘malla’ que tense más en determinadas zonas además de proyectar el volumen”.
Aunque se aplica anestesia local, se trata de un tratamiento prácticamente indoloro y no requiere reposo. Suelen ser necesarias 1 o 2 sesiones, espaciadas en un mes, para comenzar a descubrir unos resultados graduales que llegan al máximo a los tres meses de la aplicación de Lanluma.
En el caso del tratamiento de la celulitis, el tratamiento con este estimulador de colágeno disminuye la unión de los tractos fibrosos en la piel, fruto de los adipocitos, formando, además, nuevo colágeno en la zona de las depresiones y consiguiendo una gran armonización y uniformidad de la piel.
En este caso, el producto se inyecta directamente sobre las zonas afectadas para disminuir las irregularidades que provocan la piel de naranja. En los casos más leves, una sesión es suficiente.
Finalmente, acabar con la flacidez en los brazos de un plumazo es posible. Porque Lanluma de Sinclair Pharma no solo combate la celulitis y moldea los glúteos a la carta. Inyectado en los brazos, los esculpe y reafirma en tiempo récord: dos sesiones espaciadas un mes entre ellas.
¿Dónde pueblo probarlo?
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