Nuestra melena, al igual que nuestro rostro y que nuestro cuerpo, precisa de una rutina diaria y unos cuidados especiales. No son muchas las mujeres que están contentas con su pelo, y esto se debe a que no solemos cuidarlo como deberíamos: nos hacemos recogidos y dormimos con el pelo húmedo, hacemos un uso desmedido del secador y de las planchas, llevamos coletas demasiado tirantes, no utilizamos mascarillas (o no con la frecuencia necesaria)… Por eso, te desvelamos algunas reglas de oro para que tu cabello esté fuerte, sano y lleno de brillo. ¿Quieres presumir de melena todo el año? Sigue estos sencillos pasos y consíguelo.
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Reglas de oro para conseguir una melena de película
Existen numerosos factores que hacen que la rutina capilar cobre especial importancia, como la contaminación, el frío, el calor o la humedad. Con gestos diarios puedes conseguir que tu melena brille y esté sana todo el año. Hoy te contamos las reglas de oro para lucir una melena de película.
El lavado
No somos conscientes de la importancia del lavado en nuestra rutina diaria de cuidado capilar. Lo primero es desintoxicar el cuero cabelludo una vez al mes, con un producto específico, los champús y mascarillas que empleemos deben respetar el pH y no han de contener ni sulfatos ni siliconas, ya que tapan el folículo piloso. El lavado debe de ser suave, puesto que, en caso contrario, esto conlleva la estimulación de la producción de sebo. Sobre la temperatura del agua, lo óptimo sería que fuese templada o fría, por el hecho de que el agua caliente promueve la producción de grasa.
El cepillado
No es un paso complicado. Con cepillarte la melena por la mañana y por la noche debería ser suficiente. También te recomendamos que lo hagas antes de usar el champú, ¿por qué? Cepillarnos es una forma eficaz de repartir el sebo de las raíces hasta las puntas. Este es la protección más natural y adecuada para cuidar las cutículas y evitar nudos.
Hidratación
Las mascarillas ayudan a hidratar el cabello, pero, para conseguir resultados deberíamos extrapolar su uso. Nuestra recomendación es que, alrededor de una o dos veces a la semana, media hora o una hora antes de ducharte, apliques el producto de mitad del cabello a las puntas, sin tocar el cuero cabelludo. Dejamos reposar al aire libre o con un gorro de ducha y ¡a la ducha! Retiramos con el champú y listo.
El champú
Es uno de los pasos clave. Para una limpieza profesional hay dos factores a tener en cuenta: la cantidad y la zona. Para una limpieza profunda no hace falta una gran cantidad de producto, con un poco bastará.
En cuanto a la zona, estamos muy equivocados al pensar que debemos lavarnos toda nuestra melena con champú, de principio a fin. Lo ideal es aplicar el champú únicamente sobre el cuero cabelludo, de esta manera no acabaremos con el sebo que nutre nuestras puntas y ayudará a que no se rompan tan fácilmente.
El secado
Lo ideal es no utilizar, o utilizar muy poco, herramientas de calor a máxima temperatura, ni realizar movimientos con el pelo en todas direcciones durante el secado. Evitar cometer estas dos acciones ayudará a que no se te alboroten las puntas.
El acondicionador
La mascarilla no es un sustituto del acondicionar, ambos se complementan. En la ducha reparte una generosa cantidad de medios a puntas y cepilla suavemente con un peine de plástico. Dejamos actuar la fórmula y voilà.
No duermas con el pelo recogido
Esa práctica provocará que la zona de la goma acabe debilitándose, llegando a desprender hebras de pelo al moverte mientras duermes.