Podemos decir que el cielo, ha ganado una estrella y nosotros, en el plano terrenal, hemos perdido a una grande. Luchadora incansable, Olivia Newton-John ha abandonado este mundo con 73 años tras años de batalla contra el cáncer. Esbelta, pasmosamente elegante, sexi, divertida, y risueña, el paso por la tierra de esta británica criada en Australia, icono de los 80 e ídolo de masas -sobre todo gracias a su mítico papel de ‘Sandy’ en ‘Grease’-, deja un estela imborrable. Aquí, nuestro particular homenaje a una mujer COOL que representa valores que desde esta revista defendemos, como son la perseverancia y el esfuerzo. Una artista que será recordada por siempre y cuyo legado va mucho más allá de la estela de su exitosa carrera. Nos despedimos de ella en este artículo que esperamos, te inspire y transmita su esencia más pura.
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Un icono de los 80, ya eterno
Aunque su carrera comenzó en los 60, su éxito rotundo e indiscutible surgió en 1978 con Grease y su protagónico estrella: su papel de Sandy. Sus looks y sus bailes en el icónico film se volvieron parte de la historia del cine mundial. Junto a su eterno compañero de reparto y vida, ya que mantenían una bonita amistad, John Travolta, hicieron historia.
Pero no todo es Grease en su carrera. Tras este éxito vendrían varios triunfos en el cine, como la película’Xanadu’ y la consagración de su carrera musical con sencillos como ‘Physical’, en 1981.
Su estética, su sonrisa, su desparpajo y la química inigualable que transmitía hacía de ella, una artista con un aura muy especial. Como curiosidades, podemos destacar que ganó un Grammy o, que llegó a participar en Eurovisión en 1974, año en el que ABBA se alzaba como ganador con su ‘Waterloo’.
Luchadora incansable
Nos tenemos que remontar a 1992 para saber de manera exacta cuando comenzó larga lucha de la popular actriz y cantante contra el cáncer. Le diagnosticaron esta temida enfermedad tres veces. Fueron 30 años bajo la sombra de algo que no entiende de edades, estatus, raza o religión… ni mucho menos, hace distinciones.
Con las ganas de vivir por bandera, la que fue uno de los grandes iconos de los años 80, se aferró a la vida con todas sus fuerzas y consiguió ir sobrellevando las adversidades que la vida le ponía. Su marido, que fue el encargado de comunicar su triste muerte ha definido su vida como, «un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama».
Belleza y estilo
Si por algo también destacaba siempre la icónica intérprete de Sandy en Grease, a parte de por su carisma, eso era su estilo y belleza. Dueña de unos rasgos aniñados y una belleza serena única, su estilo siempre llamó la atención. Olivia Newton-John sabía conseguir con sus outfits, la combinación idónea entre la elegancia y la sensualidad. Con su (diminuta) cintura siempre marcada, y sus elegantes hombros y brazos al descubierto, la que fuera compañera de reparto de Travolta, estaba siempre lista pata triunfar.
La artista criada en Australia nunca dejaba indiferente. En cada década supo adaptarse y sacarse partido. Lo tenía fácil porque, hasta sus últimos día, conservó una figura única y su rostro angelical tan admirado. Pero sin embargo, nada se comparaba con su actitud, que era quizás lo que la hacía un verdadero mito. Los tops estilo escote Bardot le sentaba como un guante. Un estilo que parecía estar hecho para ella.
Siempre fiel a su melena rubia (aunque no siempre la llevó tan alborotada como en los 80) vestía su silueta con sofisticados monos, le encantaban los jeans de campana con aires bohemios y, cómo no, el cuero. Las cazadores negras de cuero siempre fueron un must en su armario, lo que nos muestra que sus looks en ‘Grease’ hicieron mella de manera inevitable en su estilo. Tenía ka capacidad de ir elegante pero siempre, con su pícaro toque personal.
El glamour siempre formó parte de su vida y siempre se tradujo en su aspecto y manera de vestir. Las adversidades no hicieron que perdiera ni un ápice de su sex appeal y buena prueba de ello son, sus apariciones en la última década. Dulce y rebelde a la vez, su estilo sigue hoy en día, siendo copiado y admirado.
Sus últimos años
«Hiciste que nuestras vidas fueran mucho mejores», es lo que ha asegurado tras enterarse de su muerte el que fue, uno de sus grandes compañeros de vida, el también icónico John Travolta. En 2017 recibía la noticia de tener que lidiar una vez más con la dura enfermedad de la que lleva décadas intentando librarse y desde ahí, el tiempo dejó de correr a su favor. Newton-John estaba aferrada a la vida con un fervor único. Nunca perdió la elegancia, ni el humor, ni la esperanza y eso, hizo que viviera sus días con intensidad a pesar de todo. Se despidió en paz, rodeada de los suyos, en su hogar de California, dejando un legado imborrable y así, lo destacó también su marido en su despedida por redes sociales, a la mujer que tanto amó:»Ha sido una inspiración y experiencia pionera con la medicina vegetal continúa con el Fondo de la Fundación Olivia Newton-John, dedicado a la investigación de la medicina y el cáncer».
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