No se puede entender la moda sin Kate Moss. Ella fue quien revolucionó la industria en los 90, quien devolvió la naturalidad y aportó rebeldía. Ella irrumpió las pasarelas cuando Cindy Crawford y Naomi Campbell eran las top models del momento y echó por tierra las perfectas medidas 90-60-90. Menuda y con una belleza atípica, Kate Moss se convirtió en la nueva musa de numerosas firmas, diseñadores y fotógrafos. «Recuerdo que me senté a su lado y pensé que se me iba a parar el corazón, su belleza me abrumó», dijo en una ocasión Mario Sorrenti fotógrafo y expareja de la modelo. Tres décadas después sigue quitando la respiración e inspirándonos.
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‘Anti modelo british‘
La popularidad de Kate Moss subió como la espuma tras un reportaje en 1990 para la revista ‘The Face’. Corinne Day la fotografió en la playa con cierto aire bohemio y rebelde. Estamos ante el nacimiento del heroin chic y Moss representó a esta generación que apostaba por una estética de cara lavada, melena al viendo y prendas cómodas.
Apodada como la «anti modelo british» por no cumplir el canon de belleza 90-60-90 de la época, Kate se hizo paso entre sus coetáneas de la mano de Calvin Klain y fotógrafos como Patrick Demarchelier. Después llegaría Gucci, Dolce & Gabbana, Versace, John Galliano y Chanel.
Hace unos día, en un programa de radio de la BBC, la modelo reveló que con quince años, en una sesión de fotos de ropa interior, un fotógrafo le pidió que se quitara la parte de arriba. «Lo hice, entonces era muy tímida con mi cuerpo, y el me dijo que me quitase el sujetador. Sentí que algo no estaba bien, así que cogí mis cosas y salí corriendo».
La diseñadora Maureene Dinar habla de su belleza «diferente y sofisticada» y una manera de «vestir relajada, rebelde y desestructurada para la época». Vestidos lenceros y prendas effortless que marcaron un estilo generacional y que han perdurado en el tiempo.
En 1993 la modelo abrió el desfile de Versace. Fue el primero de muchos, pues después llegaría Karl Lagerfeld, Helmunt Lang, Ralph Laurent, Prada… Todos la querían.
Empresaria
Una vida llena de éxito pero también de polémicas que hicieron que se apartara de la vida pública durante un tiempo. Sin embargo, nada ni nadie ha conseguido retirarla del mundo de la moda.
En 2016 creó su propia agencia de talentos y representa a celebridades como Rita Ora y también a su hija Lila Moss, fruto de su relación con el periodista y editor de la revista ‘Dazed & Confused’, Jefferson Hack.
Musa del siglo XXI
A día de hoy Kate Moss presume de ser una de las modelos de los 90 más activas. Las firmas siguen amándola. La última ha sido Coca-Cola que la ha nombrado directora creativa de Diet Coke, la versión sin azúcar ni calorías.
«Posee una estética atemporal, pero irreverente, que desafía la categorización y trasciende límites», detallan responsables de la marca. Por su parte, Moss señala que como directora creativa espera «inspirar a los fans y celebrar el 40 cumpleaños de la marca con estilo».
Zara también ha vuelto a contar con la modelo para ser imagen de su nueva colección ‘Into de night’ con vestidos exclusivos y limitados cuyos diseños se inspiran en sus años 90.
Lo que hace realmente especial la colección es la colaboración de la editora de moda francesa Emmanuelle Alt como consultora creativa y que las fotografías fueron tomadas por el prestigioso David Sims.