Europa es un continente rico en historia y su arquitectura es un gran referente. En 2019, desde París, una noticia llegó a cada uno de los rincones del mundo. La catedral de Nôtre-Dame se envolvía en llamas y todos observaban cómo algunas de sus piezas más históricas caían sobre las calles de la ville lumière. Las grandes fortunas del mundo se volcaron con la reforma de la misma y hoy han conseguido reabrir sus puertas. En un elegante acto inaugural, grandes personalidades internacionales han asistido a la catedral parisina, aunque la que ha destacado por su estilo natural ha sido la modelo Carla Bruni.
Con una carrera que dio que hablar en los 90 y conquistando las pasarelas de los grandes diseñadores, la turinesa sigue siendo todo un icono. Su relación con los referentes de la industria le hizo visitar los cinco continentes y, casi tres décadas después, hemos visto cómo pisaba la pasarela del último desfile de Victoria’s Secret, convirtiéndose en un ángel de la marca con 56 años.
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Hace unos momentos veíamos cómo Bruni asistía en calidad de invitada a la inauguración de Notre-Dame, cinco años después de que sucediera la desgracia, y lo hacía de la mano de su marido, Nicolas Sarkozy. La que fue primera dama ha asistido con un estilismo bastante sobrio, en el que predominaba un vestido en un tono gris de Dior, con un lazo del mismo color que se incorpora en la pieza a medida que baja, cuello redondo y unos disimulados zapatos negros de tacón.
No es la primera vez que le vemos con este estilismo, el cual nos recuerda a Jackie Kennedy, sino que se lo vimos en 2008 en una visita de estado a Reino Unido, cuando ejercía de primera dama de Francia.
Lo que nos ha llamado la atención es la elección de accesorio que, no podría ser de otra manera, es de una de sus casas francesas de cabecera. Dior fue fundada en 1946 con una visión para acoger y desarrollar sus diseños en consonancia con el estilo de la alta costura de la época. Además de sus prendas, es conocida por haber creado algunos de los bolsos que se consideran inmortales en las páginas de la historia de la moda. A todos ellos apodaba como miss o lady por delante para resaltar la elegancia de los mismos y hacerlos más atractivos al público femenino.
El bolso que Carla Bruni ha escogido para la ocasión es un Lady Dior de 2008, que fue una edición limitada y que está hecho en piel de pitón negra, con los detalles metálicos en plata. El precio original del mismo es de 6.000 euros, aunque estamos seguros de que, en la actualidad, podría quintuplicarse, puesto que los ejemplares de pieles exóticas son casi imposibles de encontrar. No es de extrañar que la modelo lleve este tipo de bolsos, ya que muchos de los que conforman su vestidor son exclusivos y están confeccionados en pieles bastante singulares.
