Cuando se trata de cuidado facial y de darle un plus fresh a la piel, tanto las brumas faciales como las aguas termales han ganado terreno en el mundo de la belleza y el cuidado personal. Estas dos opciones ofrecen hidratación y una sensación de frescura, pero ¿qué diferencias hay entre ellas y cuál es la mejor opción para ti? Desde equilibrar la barrera cutánea a proteger la piel, pasando por la nutrición profunda. Descubrimos las características principales, beneficios y diferencias entre ambos cosméticos imprescindibles, sobre todo en esta época del año, para que puedas elegir cuál se adapta mejor a tus necesidades y preferencias.
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Bruma facial, una brisa de hidratación instantánea
Las brumas faciales se rocían sobre el rostro para proporcionar una hidratación rápida y refrescante. Están formuladas con ingredientes hidratantes, como agua termal, aloe vera, extractos de plantas y vitaminas.
Las brumas faciales se pueden usar en cualquier momento del día para revitalizar la piel, hidratarla y ofrecer una sensación de frescura al momento. También se pueden usar para fijar el maquillaje y darle un acabado luminoso.
Conocida como la bruma reina de Hungría formó parte de los primeros productos lanzados por Omorovicza. Ganadora de múltiples premios, es la favorita de los maquilladores, su aroma se inspira en el primer perfume del que se tiene constancia, formulado para la reina Isabel de Hungría, en el s.XIV.
Beneficios
- Hidratación instantánea.
- Refresca y calma la piel, ideal para los días de mucho calor o cuando se necesita un impulso revitalizante.
- Preparación y fijación del maquillaje.
La línea The Glacial White Caviar de Miriam Quevedo tiene una bruma iluminadora de gran pureza y delicadeza que envuelve la piel en un velo hidratante y protector.
Seed to Skin, de The Dew Mist revitaliza, hidrata y reaviva el rostro al instante. Contiene extracto de caléndula que calma la piel, así como un fermento marino que actúa como ácido hialurónico para hidratar en profundidad.
Ulé Le Beau Reset es una bruma facial equilibrante. Un mist que calma e ilumina la piel, tratando las rojeces e imperfecciones.
Agua termal, una fuente natural para la piel
Las aguas termales son aguas subterráneas ricas en minerales que emergen de fuentes naturales. Estas aguas contienen minerales como zinc, magnesio y calcio, así como otros elementos beneficiosos para la piel.
Las aguas termales se utilizan tradicionalmente en tratamientos de spa y cuidado de la piel debido a sus propiedades hidratantes, calmantes y revitalizantes.
El agua termal de Avène es uno de los más aclamados al nutrir, suavizar y fortalecer la barrera cutánea. La marca aconseja su uso incluirla en la rutina de belleza, tras el lavado, después de afeitarse, tomar el sol e incluso en bebés, en el área del pañal.
Beneficios
- Hidratación y nutrición profunda, ayudan a mejorar la barrera cutánea.
- Calma la piel sensible o irritada, tienen propiedades calmantes y antiinflamatorias.
- Revitaliza y refresca.
Classics Thermal de Babor contiene agua termal pura de Aquisgrán, rica en minerales que calman la piel.
¿Qué elegir?
Tanto las brumas faciales como las aguas termales tienen beneficios hidratantes y refrescantes para la piel. Sin embargo, si buscas una hidratación rápida y refrescante, las brumas faciales son una excelente opción. Si prefieres los beneficios de los minerales naturales y buscas una hidratación más profunda, las aguas termales son una opción a considerar.
Rica en selenio y oligoelementos, el agua termal de La Roche-Posay calma la piel y la protege.