La evolución de la arquitectura ha tenido sus momentos más destacados. Los diseños clásicos evolucionaron gracias a grandes mentes como el argentino Cesar Pellí y referentes como Zaha Hadid, que mostraron al mundo cómo las formas curvas y la belleza también se podían aplicar en edificios. Estos espacios no sólo tienen que ser funcionales, sino que su belleza nos tiene que atraer y desear vivir dentro de él. Los rascacielos son la última moda y ciudades como Nueva York, reúnen una gran cantidad de residencias sobre las que se vive, literalmente, en las nubes. Esto ya se ha convertido en una competición y el último en apuntarse ha sido Arabia Saudí con su Torre Jeddah.
El título de edificio más alto del mundo ha ido cambiando de manos a lo largo de los años. Comenzamos con construcciones como el Empire State Building, que se alzó en 1930, en una época en la que ese tipo de edificaciones era algo muy poco común y sus 381 metros de altura le dieron el título de rascacielos más alto.
Después de este llegó la época en la que los Emiratos Árabes comenzaron a destacar y, en concreto, Dubái comenzó a tomar un importante nombre en cuanto a lujo, exclusividad y opulencia. Con su comienzo en 2004 y su finalización en 2010, el Burj Khalifa se alzó con el oro en cuanto al edificio más alto del mundo, puesto que sus 828 metros y las 163 plantas lo ratificaban.
Ahora es el momento de Arabia Saudí que, en pleno auge, cuenta con un diseño realizado por Adrian Smith y Gordon Gill, del estudio Adrian Smith + Gordon Gill Architecture. Lo primero es la estratégica ubicación, puesto que la Torre Jeddah estará ubicada en la ciudad que lleva el mismo nombre y es la segunda más poblada del país. Cuando esté terminado, el rascacielos se unirá a otras maravillas arquitectónicas de la región, como la Mezquita Flotante de Penang y Al Balad, el centro histórico de la ciudad, con casas de piedra caliza de coral extraída del mar.
Cuando conocimos la existencia de esta construcción hace ya unos años la calificamos como una construcción neofuturista. Su base comienza con una geometría que se va expandiendo según van aumentando los pisos, mientras se abre poco a poco como si fuesen las hojas de una palmera. Este proyecto comenzó en 2013 y todavía sigue en construcción, puesto que en 2018 hubo un parón por el cambio de contratista. En 2023 se volvieron a poner manos a la obra y su avance está siendo ligero.
La altura de la Torre Jeddah será considerable y cuando se termine en unos tres o cuatro años, medirá más de 1.000 metros, superando a su símil en Dubái en 172 metros e incluso siendo 10 veces la medida de la Estatua de la Libertad. Será un edificio de uso mixto, con viviendas, locales comerciales y oficinas. También contará con una plataforma de observación, un hotel Four Seasons y un balcón exterior de casi 30 metros de diámetro, diseñado originalmente como helipuerto.