Tras reinaugurarse la icónica tienda de Tiffany & Co. de la Quinta Avenida con la 57 en Nueva York, la misma en la que Audrey Hepburn desayunó con diamantes en 1961, nació en COOL la necesidad imperiosa de conocer cada uno de sus rincones. Y podemos asegurar que si antes era preciosa ahora, que ha sido bautizada como Landmark, mucho más. Al entrar por la puerta te sumerges en el mundo de su fundador Charles Lewis Tiffany, su pasión por la alta joyería y el arte, pues está repleta de joyas nunca antes vistas, obras de arte y pantallas en las que se exhibe el imaginario de la marca.
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Los encargados de la restauración integral del edificio han sido el prestigioso arquitecto Peter Marino, autor de muchas de las más prestigiosas store de Louis Vuitton, y OMA New York, del reputado Shohei Shigematsu.
El edificio se distribuye en diez pisos, pues se ha realizado una ampliación de tres plantas sobre el edificio existente. Esta extensiín en la azotea reemplaza el espacio destinado a oficinas y presenta ahora dos áreas diferentes, pero conectadas entre sí.
Uno de las estructuras que más acaparan miradas es la escalera de caracol que según cuentan los responsables de la reforma se inspiraron en los originales diseños de Elsa Peretti.
Mirar el techo de la primera planta es como contemplar una gema, pues la instalación está compuesta por una abstracción de facetas. Un diseño que honra a los diamantes de Tiffany.
Mucho más que alta joyería
Las plantas 8 y 9 están dedicadas al arte con obras de artistas como Damien Hirts, Julian, Schnabel o Anna Weyant. En palabras de Anthony Ledru, presidente y director ejecutivo de Tiffany & cO, «The Land Mark es mucho más que una tienda de joyería, es un centro cultural con una muestra exquisita arquitectónica y hospitalidad superior, así como de arte y diseño de vanguardia».
Pero las joyas siguen siendo las protagonistas pues allí se encuentran las más exclusivas piezas de la marca, incluida el nuevo diseño del icónico diamante fancy de 128,54 quilates.
Se trata de una obra de la directora artística de la maison, Nathalie Verdeille, y ha querido devolver al diamante a su escenario original inspirándose en el ‘Bird on a Rock’ de Schlumberger.
Landmark se completa con una experiencia gastronómica, el Blue Vox Café, a cargo de chef, una estrella Michelin, Daniel Boulud.