Nos gusta encontrar casas increíbles por todo el mundo. Proyectos de esos que nos hacen soñar, que nos inspiran para nuestras propias casas o que nos calman la curiosidad al querer conocer qué se construye, o qué se hace, en la otra punta del globo terráqueo. Por eso hoy nos trasladamos a Singapur, a un proyecto de arquitectura muy especial realizada por el estudio Aamer Architects. Ponemos rumbo a Asia, ponemos rumbo a -casi- la otra punta del mundo.
Hay que ponernos en situación: esta casa era una vivienda adosada, pero gracias a la magia de Aamer Architects, no solo se ha convertido en una casa de ensueño, también es independiente. La transformación ha hecho que se convierta en una casa con dos plantas y media, piscina y un ascensor para coches, ahí es nada.
Según han explicado los arquitectos a revistas especializadas, el estilo de la vivienda es una mezcla entre el brutalismo y la modernidad. La casa es una suma de esculturas y geometrías realizadas, en su mayoría, de hormigón, el material predominante que se mezcla con el aluminio y el granito oscuro. Es una casa no apta para todos los gustos, que recuerda a esa arquitectura de la posguerra que nació en los años 50, en Reino Unido. Pero con un toque contemporáneo.
La necesidad de transformar esta casa para lograr independencia surgió de los dueños, como suele ser habitual. Esta fue la solución que propuso Aamer Architects, estudio con base en Singapur. Querían, como recogen revistas especializadas, una casa de exhibición y exclusiva, que destacara de otras casas de alrededor pero que también fuera confortable. Poca gente quiere vivir en una casa que no sea cómoda, nuestra vivienda es nuestro refugio y nuestra zona de confort.
Así surge esta vivienda tan especial en Singapur, estrechísima, minimalista en su interior, con grandes ventanales por los que pasa la luz… Una casa donde impera el blanco, las obras de arte y los muebles con personalidad. Una casa con curvas, y con líneas recetas, con dos estilos diferenciados entre el exterior y el interior pero que no deja indiferente a nadie. Aarmer Architects tenía el objetivo de conseguir la casa más llamativa del vecindario. Sin ninguna duda, lo han conseguido.
