El dudoso regreso de Budimir

Nueve de nueve. Es lo que persigue el Mallorca para cerrar la séptima jornada de Liga con un bagaje extraordinario porque supondría haber ganado todos los partidos disputados ante rivales de su Liga. Primero cayó el Alavés en Vitoria 0-1, luego fue el turno del Espanyol, que perdió 1-0 en Son Moix, y ahora es Osasuna quien visita el estadio mallorquinista. Los navarros se han mostrado dubitativos en el arranque de temporada, sobre todo en su estadio, donde ayer jueves sufrieron una sonora derrota ante el Betis, pero por potencial económico y deportivo no deberían tener demasiados problemas para mantener la categoría y además fuera de casa han ganado los dos partidos que han disputado.

El morbo del encuentro podría ponerlo Budimir, pero será difícil que venga porque sufre una pubalgia que ya le descartó ayer. Hoy será el día definitivo para saber si Jagoba Arrasate le incluye o no en la convocatoria, aunque parece que hay pocas posibilidades.

Ante Budimir provocó hace un año la primera gran crisis de la etapa de LGP en el Mallorca. El delantero croata se negó a jugar e incluso a entrenar obligando al club a que la abriera las puertas de salida forzando una cesión con opción de compra a Osasuna, que a cambio prestó al catalán Marc Cardona, actualmente en la Liga holandesa. Budimir, que no quería jugar en Segunda para no perder el tren de su selección, con la que aspiraba a disputar la Eurocopa, comenzó mal en su nuevo equipo pero acabó adaptándose y Osasuna pagó los ocho millones de euros que habían sido fijados como opción en el contrato firmado entre ambos clubes. De esos ocho millones ha tirado básicamente el Mallorca para llevar a cabo sus fichajes durante este verano.

Ahora Budimir vuelve a Palma y se va a encontrar con toda seguridad un ambiente hostil porque la grada le va a convertir en el objeto de su ira. El croata encabezará el ataque de un Osasuna eminentemente práctico que ya ha demostrado su eficacia fuera de casa con dos victorias en Carranza ante el Cádiz y en Mendizorroza ante el Alavés. Los navarros serán un enemigo especialmente duro para un Mallorca muy entonado en casa, donde sólo ha encajado un gol y donde se mantiene imbatido pese a que ya han visitado el estadio de Son Moix tres equipos clásicos de Primera División como son Betis, Espanyol y Villarreal.

Luis García Plaza, entrenador mallorquinista, espera recuperar a varios de los jugadores que tiene lesionados para este partido, aunque habrá que esperar a final de semana para conocer su evolución. El que parece más cerca es el centrocampista Ruiz de Galarreta, aunque también se espera la vuelta de Ángel, que mañana sábado se someterá a una prueba definitiva. Maffeo, Kubo, Russo y Raíllo parecen descartados.