Mallorca, el mejor lugar del mundo para vivir

Mallorca está de moda. Estamos encantados, por supuesto, y arruinados, pero hay un porqué de esta situación tan privilegiada. Se lo intentaremos explicar en esta mini crónica social. En Palma y alrededores se vive muy bien. Aunque de tamaño mediano, es importante resaltar su cosmopolitismo, tanto que uno puede desarrollar muchas vidas en una sola ciudad todavía habitada por familias de nobleza tan antigua y conservadora como la italiana, que mantiene sus palacios magníficos para vivir y recibir a la antigua, en salones suntuosos repletos de obras de arte, pero con el saber hacer que sólo se aprende desde la cuna.

Si tienen la posibilidad de conocer y visitar a una de las grandes familias mallorquinas no lo duden, acudan a la cita porque su sorpresa será mayúscula. Entrarán en un mundo aparentemente privilegiado y cerrado que, sin embargo, está acostumbrado a recibir desde tiempos inmemoriales y con toda la naturalidad a los más importantes del mundo. Los mallorquines de cuna difícilmente se alteran por nada y muchos menos por nadie, sea quien sea. No molestar es su máxima y de esta filosofía tan sabia se han impregnado los que nos han elegido para vivir.

Es por eso seguramente, vive y deja vivir, que fuimos elegidos por la Familia Real Española como el lugar donde establecerían su residencia de verano. ¿Qué tiempos nos regaló Marivent? Se lo digo ya, insuperables. Quedan los paseos habituales de la Reina doña Sofía, madre del actual Rey Felipe VI, recorriendo calles acompañada por su hermana la princesa Irene de Grecia. Era habitual encontrarse con la infanta doña Pilar en los mercados del Olivar o Santa Catalina, charlando animadamente con otras señoras y durante los meses de calor sorprenderse con los actuales Reyes de España y sus hijas en el pantalán del Real Club Náutico, que es sede de la Copa del Rey de Vela desde hace más de 30 años, convertida en una de las competiciones de vela más importantes del mundo y cita social obligada para los más vips del universo.

Palma ha cambiado para bien en los últimos años. Zonas como Sa Gerreria, El Call, Sa Drassana, La Lonja, las Avenidas, el barrio de Santa Catalina o Sant Feliu se han llenado de negocios de lujo y lugares de entretenimiento muy sofisticados y cool, junto a apetecibles restaurantes con estrella Michelin. ¡No se pierdan sus delicatesen! El Paseo Marítimo es cita obligada para conocer nuestras discotecas más emblemáticas, alguna tan mítica como Tito’s ha desaparecido y ahora es un Lio, otras tan prestigiosas como Pacha son sólo una ruina, pero nos arreglamos, los mallorquines siempre nos arreglamos.

En el Portixol encontrarán a gente guapa paseando por su paseo o llenando sus bares de copas a rebosar de hipsters de todo el mundo, alojados en hoteles con encanto del campo o la ciudad. El centro de Palma se va llenando de museos increíbles, terrazas deliciosas, de hotelitos elegantes para alojar a visitantes, pero también de famosos que han decidido mudarse a la isla para vivir todo el año, criar a sus hijos aquí para que se beneficien de unas comodidades imposibles de encontrar en otras ciudades y una calidad de vida que mezcla a la perfección lo tradicional con lo más vanguardista y una discreción absoluta.

El actor Joseph Fiennes, por ejemplo, vive entre nosotros con su familia desde hace años y pocos lo saben. Si salimos de la ciudad, Puerto Portals, Andratx, Port Adriano, la Serra de Tramuntana con Valldemossa o Deià, Pollença y Formentor, Artà y Felanitx , cuna del artista Miquel Barceló, Portocolom, Costa de los Pinos, Cala Millor… Son tantos los lugares que les llevarán al paraíso de Es Trenc que se darán cuenta de que en realidad no hace falta buscar más, están en el paraíso en cuanto pongan un pie en este trozo de tierra que flota en el Mediterráneo, un mar de la cultura y a 20 minutos de la maravillosa Ibiza. ¿Alguien da más?