los escándalos del nuevo plan general

El Ayuntamiento de Palma reducirá el pelotazo urbanístico de Son Sardina que destapó OKDIARIO

El área de Modelo de Ciudad modificará a la baja la urbanización de 418 viviendas previstas tras el rechazo vecinal

Para la concejala Truyol el nuevo Plan General es sólo una propuesta abierta para su debate pensando en el interés general

El Ayuntamiento de Palma avala un segundo pelotazo urbanístico, ahora en Son Sardina: 418 pisos

Palma pelotazos urbanísticos
Concentración de vecinos de Son Sardina contra la nueva urbanización prevista de 418 pisos.
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

La concejala de Modelo de ciudad del Ayuntamiento de Palma, Neus Truyol, ha confirmado hoy que el equipo técnico encargado de la redacción del Plan General «modificará», a la baja o «rectificará», el pelotazo urbanístico desvelado por OKBALEARES en el barrio de Son Sardina donde el nuevo planeamiento municipal prevé la construcción en suelo rústico de 418 pisos en una zona residencial de apenas 2.000 habitantes.

«El plan general solo es una propuesta, y una vez conocido el rechazo de los vecinos, estudiaremos las alegaciones que se nos hagan llegar», manifestó en rueda de presa la concejala independentista de Més per Palma.

Truyol indicó sobre el particular que, Son Sardina, es un barrio que tiene notables carencias en materia de equipamientos públicos, y de ahí, que se realizara esta propuesta de desarrollo urbanístico con la finalidad de incorporar más infraestructuras municipales, gracias a la compensación que el Consistorio iba a obtener por parte del promotor, por permitir estas nuevas edificaciones.

Una iniciativa que los residentes rechazan por el impacto que tendrá, tal y como dejaron patente el pasado fin de semana con motivo de una concentración donde expresaron su oposición a esta urbanización que, entre otras cuestiones, disparará la población de este núcleo rural de la carretera de Sóller. A día de hoy, Son Sardina cuenta con notables carencias en materia de movilidad en las calles del interior que se acrecentarían con la nueva zona residencial.

«El Plan General se ha diseñado pensando en el interés general, y habrá que estudiar otras propuestas para la zona», abundó la concejala de Modelo de Ciudad que, en estos momentos, está estudiando el contenido de las más de 800 alegaciones presentadas al nuevo Plan General que el gobierno municipal quiere tener aprobado definitivamente en el primer trimestre del próximo año.

«Los técnicos del área están analizando las alegaciones que se han presentado respecto a esta cuestión para ver cómo reducir o modificar el urbanizable para adaptarlo a sus necesidades», aseguró Truyol, que lamentó «no poder concretar todavía una segunda propuesta que se presentará a los vecinos en una nueva reunión cuando finalice el análisis de las alegaciones».

La parcela de 104.216 metros cuadrados en la que se levantarán las más de 400 viviendas previstas en Son Sardina, se convierte en suelo residencial con el fin, en teoría, de satisfacer necesidades de interés general, y por la posición adecuada en la que se encuentra, según la memoria justificativa incluida en el documento urbanístico.

La nueva urbanización propuesta, incorporará importantes reservas de vivienda sometida a algún régimen de protección pública, y permite la mejora de la ratio de sistemas generales de espacios libres. En concreto, un total de 159 pisos serán de protección oficial, y contará también, con un equipamiento singular destinado a actividades vinculadas con la Universidad de las Islas Baleares, pendiente aún de definir.

Para Truyol el nuevo planeamiento urbano «sólo busca reducir al mínimo el impacto urbanístico, reduciendo a la mitad la posibilidad de construir nuevos habitables, que se deberán destinar a mejorar el acceso a la vivienda, nunca a la especulación, así como ampliar zonas verdes».

También el Consistorio palmesano tiene previsto modificar, para reducir, la propuesta urbanística prevista para el área residencial de La Bonanova donde se han autorizado dos edificios de ocho alturas y 44 nuevas viviendas en una zona donde, hasta ahora, sólo se permitía la edificación de viviendas unifamiliares de planta baja y de una altura como máximo.

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