Descubre cómo te devolverán dinero al reciclar botellas de plástico, latas y briks

Hace una semana que el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) dio luz verde a la implantacióndel Sistema Obligatorio de Depósito, Devolución y Retorno de Envases (SDDR) para evitar la contaminación de plásticos y envases como botellas de plástico, latas y briks e impulsar su reciclaje y por el que te devolverán dinero al reciclarlos.

El trasfondo de esta decisión, demandada largamente por las organizaciones ambientales, se deriva tras publicar los datos de recogida separada de botellas de plástico que, según la cartera dirigida por Sara Aagesen, se ha quedado en 2023 en un 41,3% en peso respecto al introducido en el mercado, lejos del objetivo del 70% que marcó la Ley de Residuos para este año.

«Premio» por reciclar

Aunque el sector de la recuperación de envases no comulga con los datos hechos públicos por el MITECO que distan mucho de los publicados por el ministerio, la base de todo está en los millones de envases que se consumen y que deben ser reutilizados para no acabar como residuos en el medioambiente.

El sistema «premia» el esfuerzo ciudadano por el gesto de reciclar permitiendo recuperar los céntimos que el consumidor ya ha pagado con la compra de botellas, latas o briks. Una fórmula muy parecida a la devolución de botellas de vidrio o «cascos» que hacíamos antaño en España.

Sistema Integrado de Gestión

Sin embargo, los distintos agentes de la cadena de valor del envase (fabricantes, envasadores y distribuidores) optaron por utilizar un Sistema Integrado de Gestión (SIG) para recuperar los materiales a raíz de la Ley 11/97 de envases y residuos de envases.

Ecoembes refleja el actual sistema y lo compara, hablando de dos alternativas, el SDDR y el actual contenedor amarillo, por el que las «empresas optaron por constituir un SIG por considerarlo más eficiente para cumplir los objetivos de reciclado, ya que estos objetivos afectaban al total de residuos de envases de plástico, latas, botellas, envoltorios, recipientes, films, briks, bandejas, etc. y los SDDR sólo se enfocan al reciclado de envases domésticos de bebidas».

«Dos décadas después los entonces llamados SIG -ahora denominados Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP)- son el modelo más ampliamente utilizado en toda Europa para responder a las obligaciones de la normativa comunitaria en materia de gestión de residuos», según expresa la entidad.

Sobrecio en la compra

El sistema aprobado por el MITECO es un impuesto en la sombra o sobreprecio que pagas al consumir y que recuperas al introducir los envases en el sistema, un importe estimado entre 10y 20 céntimos, a la espera de que el ministerio dirigido por Sara Aagesen decida la cantidad económica.

Para conocer más el sistema, Greenpeace, una de las organizaciones que reclamaban desde hace 15 años la puesta en marcha del sistema, ha editado un dossier para despejar dudas y dar a conocer mejor el SDDR.

1. ¿Qué materiales se reutilizarán? ¿Se puede echar de todo? El sistema SDDR está especialmente destinado a la recuperación y tratamiento de aluminio, plástico y briks. Los objetos más frecuentes para los que se establece el sistema es para envases de bebida, aunque este sistema podría aplicarse en teoría a cualquier envase, colillas de tabaco, cápsulas de café…
2. ¿Hacen falta instalar máquinas para devolver el casco? No, la devolución puede ser manual y, en la mayoría de los casos, así será. En Alemania el 80 % de los envases recogidos se produce de forma manual en establecimientos de todo tipo. En el caso de las grandes superficies, por comodidad de estas empresas y rapidez, sí que podrán instalarse máquinas de recogida de envases.
3. ¿Puedo comprar una lata en una gasolinera de Vigo y devolverla en una tienda de Sevilla? Sí, puedes comprar tu bebida en cualquier sitio y devolverlo en cualquier establecimiento de barrio o gran superficie.
4. ¿Cuándo estará plenamente instaurado? Si la implementación comienza a finales de 2024, la ciudadanía podría «devolver el casco» en 2026, aunque ya se habla para enero de 2027.
5. ¿Qué es lo mejor y lo peor del nuevo sistema? Lo mejor del sistema es que ahorra costes económicos y ambientales, y abre la puerta al uso masivo de envases reutilizables. Crea nuevos empleos, descontamina el medio ambiente de residuos plásticos y apuesta por una economía circular. Lo peor será para las empresas y corporaciones contaminantes, pues se les aplicará el «quien contamina, paga».

Según Greenpeace, ¿cómo tendría que ser el nuevo sistema para ser verdaderamente efectivo? El sistema tiene que incorporar lo antes posible los envases de vidrio y apostar por recipientes estándares que permitan el rellenado y la reutilización. ¿Quién y cómo se gestionará? El Gobierno legisla y supervisa.

Los envasadores y los supermercados gestionan asumiendo, al 100 %, su responsabilidad. ¿Qué países lo usan ya y cómo está funcionando? Funciona con éxito en 50 países y regiones de todo el mundo. Aunque en países como Canadá, Australia o varios estados de EE.UU. ya funciona, Europa está a la cabeza en la implantación de estos sistemas.

¿Cómo es la máquina SDDR?

La máquina de recuperación de envases de plástico, latas o briks recogerá envases de hasta tres litros, que requiere un espacio en tienda de 2 metros de alto y menos de uno de ancho.

Además, estas máquinas compactan el material para que los envases no ocupen volumen. Estos espacios de retorno pueden estar en la entrada del recinto, dentro del recinto o incluso en parkings o zonas exteriores.

Greenpeace deja claro que el Gobierno no se hace cargo de los costes de la instalación del SDDR, y señala que la responsabilidad ampliada del productor la tiene la industria que pone en el mercado los envases.

¿Cuánto cobrarían los comercios?

Las máquinas deben ser atendidas y mantenidas por los encargados del supermercado. Este trabajo no es una labor que se haría de forma voluntaria y sin ánimo de lucro por parte de los supermercados, ya que los comercios cobran por cada envase que se recupera (entre 2 y 3 céntimos) una botella de plástico, una lata o un brik. Generalmente, según Greenpeace, en los países en los que funciona, los beneficios son superiores a los costes.

Con la implantación de este sistema, los supermercados dejarían de pagar el punto verde para pagar el punto SDDR para los envases de bebidas, no se pagarían ambos sistemas para el mismo tipo de envases. El coste es el mismo o incluso más económico en los países donde el Sistema de Depósito funciona con mayor éxito.