China

Los fabricantes evitan poner precio a sus coches nuevos producidos en China a la espera de los aranceles de Bruselas

EEUU ha multiplicado por cuatro los aranceles a las importaciones de coches eléctricos chinos

Fábrica de coches

Después de que Estados Unidos haya multiplicado por cuatro los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China, los fabricantes de coches con producción en la región temen que Bruselas copie las medidas proteccionistas llevadas a cabo por la administración de Joe Biden y aplique una tasa al envío de automóviles ensamblados en las plantas chinas. Una situación que ha hecho que las marcas retrasen estimación de los precios de los productos para los distintos mercados europeos.

Así lo han confirmado fuentes afectadas, en conversaciones con este diario, que han señalado que «en la actualidad, las marcas de coches que operamos en los mercados europeos estamos expuestas a una elevada inestabilidad ante la posibilidad de que aumenten las tasas a los envíos de coches producidos en China, como ya ha hecho Estados Unidos».

«Un incremento de los aranceles que, en mucho de los casos, pagará el consumidor con una subida de precios, lo que ha hecho que los fabricantes estén retrasando la comunicación del coste de sus vehículos más de lo normal en lanzamiento de nuevos modelos, ya que no es bueno, en cuanto a marketing se refiere, anunciar un precio inicial y que se vea modificado al alza», añaden las citadas fuentes.

Unos aranceles que también podrían afectar a marcas europeas con producción en China, como es el caso de Renault, BMW, Mini, Stellantis -tras la compra de Leapmotor-, Volkswagen o Cupra.

Aranceles a los coches de China

Estados Unidos ha multiplicado por cuatro los aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China que pasan del 25% al 100%. La Casa Blanca dice que las medidas son necesarias porque China está inundando los mercados globales con exportaciones artificialmente baratas y tiene como objetivo proteger a la industria del vehículo estadounidense que se prepara para recibir cientos de miles de millones de dólares en subsidios federales para fomentar la transición hacia el vehículo eléctrico.

Según el ejecutivo demócrata, estas nuevas medidas afectan a las importaciones procedentes del gigante asiático por un valor total de unos 18.000 millones de dólares (16.667 millones de euros).En concreto, los aranceles sobre las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos, así como sobre sus piezas, aumentarán del 7,5% al 25% este año, mientras que las baterías de iones de litio no utilizadas para vehículos eléctricos darán el mismo salto en 2026.

Más incertidumbre

El desembarco de los fabricantes chinos en el Viejo Continente no es el único quebradero de cabeza de la industria de la automoción en Europa, la reducción de los incentivos por parte de los gobiernos a la compra del coche eléctrico también se ha convertido en un problema. En España, las ayudas del plan Moves III terminarán el próximo 31 de julio, lo que supone un aumento de 7.000 euros en la factura final de un vehículo de nueva energía.

Con el fin de las ayudas, el sector calcula que las matriculaciones se desplomen un 30% después de verano por los elevados precios de los coches propulsados por motores eléctricos, la falta de puntos de recarga en la red de carreteras nacional y la escasa autonomía de los modelos más económicos.

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