Ni sombrero ni sandalias: lo que deben llevar encima los mayores de 65 años si hace calor en la calle en verano

Unas buenas gafas de sol con filtro UV son imprescindibles para cuidar la salud ocular cuando salimos a la calle

Por qué es importante usar gafas de sol en la tercera edad, mejorar salud ocular en la vejez, cómo ayudan las gafas de sol contra el calor, por qué las gafas de sol deben tener filtro UV.

Mujer con gafas de sol.

Con la llegada del verano, proteger a las personas mayores de los efectos del calor se convierte en una prioridad. Aunque existen diferentes prendas de ropa que sirven como aliadas frente a las altas temperaturas, hay un accesorio que nunca puede faltar para contrarrestar la exposición al sol.

Las personas mayores de 65 años son especialmente vulnerables a los efectos del sol en las horas de más calor durante el verano. Por eso, medidas de protección simples pueden marcar la diferencia. Las gafas de sol con filtro UV son la herramienta más recomendada para protegerse de la luz solar.

La protección de la salud visual pasa desapercibida en verano en comparación con otras recomendaciones como la necesidad de hidratarse o de vestir ropa ligera. Por eso es importante conocer las ventajas de las gafas con filtro de protección contra los rayos ultravioleta.

El accesorio que siempre deben llevar las personas mayores en verano

Las gafas de sol con filtro UV no son un simple complemento estético para el verano: son una herramienta de protección muy importante para las personas mayores de 65 años, propensas a sufrir mayor sensibilidad a la luz solar.

Al salir a la calle en verano, sobre todo en las horas de mayor intensidad del sol, llevar las gafas de sol adecuadas es tan importante como utilizar crema protectora para la piel.

Idealmente, deben ser gafas que bloqueen el 100% de los rayos UVA y los rayos UVB, y es importante asegurarse de que tienen un diseño envolvente para ofrecer una mayor cobertura y protección lateral.

¿Por qué es fundamental que las gafas de sol tengan filtro UV?

Los rayos ultravioleta (UV) pueden causar daños acumulativos en los ojos, y las personas mayores sufren un mayor riesgo debido al desgaste natural de los tejidos oculares.

La exposición al sol sin un filtro UV puede derivar en un desarrollo acelerado de cataratas en los ojos, una mayor degeneración macular, quemaduras solares en la córnea o una mayor sensibilidad a la luz y una visión borrosa.

Elegir gafas certificadas con protección UV400 garantiza un bloqueo eficaz de los rayos nocivos. Además, en muchos casos se pueden quitar y poner estos filtros de forma sencilla a las lentes correctivas de las gafas normales.

Otras recomendaciones de salud para las personas mayores en verano

Aunque las gafas de sol con filtro UV son el complemento más recomendado para evitar la exposición a los rayos ultravioleta del sol, existen otras recomendaciones y otras prendas diseñadas para aliviar los efectos del calor extremo.

Los sombreros de ala ancha son un buen accesorio para complementar la protección solar del cuello y el rostro.

En cuanto a la ropa, priorizar materiales como el algodón o el lino y vestir de colores claros es una buena manera de mejorar la transpiración y evitar el sobrecalentamiento del cuerpo.

Es importante que los adultos mayores eviten salir a la calle en las horas de más intensidad del sol, entre las 11 y las 17h, y mantener una hidratación constante incluso aunque no sientan sed.

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