Pápulas perladas: qué es, síntomas y tratamiento

Su nombre científico es Hirsuties papillaris genitalis, pero son más conocidas como pápulas perladas. Su sola mención causa inquietud en muchas personas.

La incidencia de esta patología afecta la mayoría de las veces a la población masculina. Aunque su aparición en los órganos genitales puede ser una fuente de preocupación, no son señal de una enfermedad sexual ni de ninguna otra índole.

El conocimiento nos da el poder de distinguir entre la presencia de pápulas perladas y otro tipo de afección. Por eso es preciso saber sus características, síntomas y tratamiento.  

¿Qué son las pápulas perladas?

Las pápulas perladas, también conocidas como perlèche o queratosis perlada, son pequeñas protuberancias blancas o ligeramente amarillentas que aparecen en la piel, principalmente en el área genital masculina, aunque también pueden aparecer en los labios, alrededor de la boca o en otras áreas del cuerpo. 

Las pápulas perladas son en realidad vasos sanguíneos dilatados que se encuentran en la pared mucosa del glande. Estas protuberancias, por lo general, son asintomáticas, y en ocasiones aumentan de tamaño y adquieren un color rosa perlado.

Más allá de las repercusiones psicológicas que pudiera producir la aparición de estas protuberancias en los órganos genitales o la inseguridad que pueden generar en la pareja sexual, no revisten ninguna amenaza para la salud física.

Características de las pápulas perladas

Las pápulas perladas se distinguen por las siguientes características:

Causas de las pápulas perladas

La causa exacta de las pápulas perladas no se conoce con certeza. Aunque se sabe que no son originadas por enfermedades de transmisión sexual o de tipo bacteriano, tampoco debido a la higiene personal deficiente. Su incidencia es mayor en hombres jóvenes que no han sido circuncidados. 

Muchos especialistas de salud han llegado a la conclusión de que pueden ser causadas por:

Síntomas de las pápulas perladas

Las pápulas perladas no suelen causar síntomas, a excepción de la propia apariencia de las protuberancias en la piel. En algunos casos, pueden ser sensibles al tacto.

Por lo general, estas protuberancias no ocasionan dolor ni picor.

En algunos casos desaparecen espontáneamente con el tiempo, mientras que en ciertas personas sucede lo contrario, es posible que se intensifiquen con la llegada de la edad adulta.

¿Qué diferencian las pápulas perladas del VPH?

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una enfermedad de transmisión sexual caracterizada por la aparición de verrugas genitales. A veces suele confundirse esta patología con las pápulas perladas, pero existen significativas diferencias en su ubicación y aspecto.

Con relación a la localización de las pápulas perladas aparecen en la corona del glande del pene, además no causan irritaciones ni infecciones y tampoco son contagiosas. En cambio, las verrugas provocadas por el VPH pueden encontrarse en el cuerpo del pene, la piel del glande y en la uretra, y son contagiosas. 

En su aspecto también existen diferencias sustanciales. Las verrugas del VPH son bultos carnosos y suaves de diferentes tamaños que pueden sobresalir en la piel del pene, además suelen aparecer solas o en grupo. Por otra parte, las pápulas perladas son pequeños bultos de forma redonda u ovalada, con superficie lisa y brillante.

Diagnóstico de las pápulas perladas

Distintos especialistas de salud pueden diagnosticar las pápulas perladas, entre ellos los dermatólogos, andrólogos, urólogos y ginecólogos.

Su diagnóstico se realiza por medio de un examen físico, donde el médico descartará la existencia de enfermedades venéreas.

Tratamiento de las pápulas perladas

En la mayoría de los casos, las pápulas perladas desaparecen por sí solas con el tiempo sin necesidad de tratamiento. No es recomendable, por tanto, emplear pomadas caseras ni otros métodos improvisados para tratar de eliminar las pápulas.

Algunas soluciones que proponen los médicos son estas:

Las pápulas perladas pueden ser un motivo de preocupación, pero es solo un problema estético, no son un signo de enfermedades graves.

Bibliografía

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