Contenido
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- 0.2 Este el motivo y el significado de porqué te pasas el día suspirando, según la psicología
- 0.3 Si tienes estas manías es porque tienes el coeficiente intelectual alto: lo confirman los psicólogos
- 1 ¿Cuál es la regla de oro para la crianza en la actualidad y que no cuesta nada aplicarla?
- 2 La falta de sueño y sus efectos en el desarrollo
- 3 Cómo aplicar esta regla de crianza sin conflictos
- 4 ¿Cuáles son los beneficios de un dormitorio sin tecnología?
En la actualidad, la crianza está marcada por un dilema constante: cómo permitir que los hijos participen en el mundo digital sin que su bienestar se vea afectado. Muchos progenitores se preguntan a qué edad es adecuado entregar el primer teléfono o si conviene limitar el acceso a redes sociales. Sin embargo, pocas veces se habla de lo que ocurre durante la noche, cuando las pantallas continúan encendidas en los dormitorios.
La psicóloga estadounidense Jean Marie Twenge, profesora de Psicología en la Universidad Estatal de San Diego, ha dedicado su carrera al estudio de las diferencias generacionales, los valores sociales y la salud mental juvenil. En declaraciones al medio norteamericano CNBC, la psicóloga estableció una norma que considera esencial para el equilibrio entre descanso, salud mental y que no cuesta nada.
¿Cuál es la regla de oro para la crianza en la actualidad y que no cuesta nada aplicarla?
Twenge es clara en su mensaje: no debe haber dispositivos electrónicos en las habitaciones durante la noche. Esta regla, asegura, es la más importante de todas las que propone, y destaca que “no cuesta nada aplicarla”. Según explica, los adolescentes y niños no necesitan un teléfono o una tableta junto a la cama cuando deberían estar durmiendo.
La experta sostiene que los dispositivos interrumpen el sueño por varios motivos: las notificaciones, la luz azul que emiten las pantallas y la tentación constante de revisar mensajes o redes sociales. “Si los padres solo pueden aplicar una norma, que sea esta”, escribe en su libro. El descanso, afirma, es un factor determinante para el desarrollo cognitivo, emocional y físico de los menores.
Datos del Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos revelan que el 77% de los adolescentes duermen menos de lo necesario. Este déficit de sueño se relaciona directamente con problemas de concentración, ansiedad y depresión. De acuerdo con Twenge, la crianza debe incorporar la gestión del descanso como un pilar tan importante como la educación o la alimentación.
La falta de sueño y sus efectos en el desarrollo
No dormir lo suficiente es, según Twenge, “un factor de riesgo para todo aquello que los padres desean evitar: enfermedades, bajo rendimiento escolar y desregulación emocional”. La exposición prolongada a pantallas durante la noche altera la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. La consecuencia es un descanso fragmentado y una mayor fatiga durante el día.
Los estudios también muestran que la luz azul de los dispositivos suprime la señal natural de cansancio, manteniendo el cerebro en estado de alerta. En los adolescentes, cuyo cerebro aún está en desarrollo, este efecto es especialmente perjudicial. Dormir bien, recuerda Twenge, no solo permite asimilar mejor la información aprendida, sino que también refuerza la estabilidad emocional, la empatía y la capacidad de autocontrol.
En la crianza digital, el sueño no puede considerarse un lujo. Debe ser una prioridad cotidiana. La psicóloga insiste en que el simple gesto de dejar el teléfono fuera de la habitación puede tener un impacto positivo inmediato en la conducta y en el rendimiento académico de los hijos.
Cómo aplicar esta regla de crianza sin conflictos
Twenge reconoce que establecer límites tecnológicos genera resistencia, sobre todo en los adolescentes acostumbrados a dormir con el móvil. Para reducir el conflicto, aconseja introducir las normas desde la infancia y hablar abiertamente sobre los motivos que las sustentan. “Ser honesto y firme es fundamental. Si un padre reconoce que ha cometido un error y decide cambiar, debe explicarlo con claridad”, señala.
Algunos padres, incluida la propia Twenge, implementaron la regla de forma retroactiva, lo que provocó resistencia inicial. “Los primeros días son los más difíciles”, admite, “pero después el cambio se normaliza y los beneficios se hacen evidentes”.
La especialista propone algunas estrategias prácticas:
- Crear una zona común de carga fuera de las habitaciones.
- Establecer una hora fija para apagar pantallas, preferiblemente una hora antes de dormir.
- Sustituir el teléfono por un despertador tradicional.
- Promover rutinas relajantes, como leer en papel o escuchar música sin pantallas.
Estos pequeños cambios fortalecen la crianza consciente, fomentan la disciplina y reducen las discusiones diarias en torno al uso del móvil.
¿Cuáles son los beneficios de un dormitorio sin tecnología?
Eliminar los dispositivos del dormitorio aporta ventajas inmediatas. El descanso mejora en cantidad y calidad, lo que repercute en la atención y el estado de ánimo. Además, el hecho de no recibir notificaciones durante la madrugada evita despertares innecesarios.
Entre los beneficios más destacados, Twenge menciona:
- Mayor regulación emocional.
- Incremento en la concentración y el rendimiento escolar.
- Reducción de la ansiedad asociada a las redes sociales.
- Mejor convivencia familiar, al disminuir los conflictos por el uso del móvil.
Diversos expertos respaldan esta postura. En 2023, el entonces cirujano general de Estados Unidos, Vivek Murthy, advirtió sobre una “crisis nacional de salud mental juvenil” relacionada con el uso de redes sociales y dispositivos conectados.
La crianza digital responsable requiere de normas claras y coherentes. Y, como concluye Twenge, empezar por eliminar los aparatos electrónicos del dormitorio es un paso simple, gratuito y altamente eficaz. “No se necesita dinero ni tecnología avanzada para hacerlo”, recalca. “Solo decisión y constancia”.
 
			 
			






 
															 
															