Contenido
- 0.1 Ni evitar miradas ni titubear: el gesto que te hace parecer inseguro, según un experto en lenguaje no verbal
- 0.2 ¿Qué significa revisar continuamente los grupos de WhatsApp, según la psicología?
- 0.3 ¿Qué significa eliminar publicaciones antiguas de nuestras redes sociales, según la psicología?
- 1 ¿Qué podría significar que una persona use más de una cuenta en la misma red social?
- 2 ¿Qué dice la psicología sobre esta actitud de poseer dos cuentas en la misma red social?
- 3 ¿Cuáles son los riesgos y límites psicológicos de esta conducta?
- 4 La influencia de las redes sociales, según la psicología conductual
El uso de múltiples perfiles en la misma red social no es un fenómeno nuevo, aunque su visibilidad haya crecido de la mano del auge digital. Desde perfiles duplicados en Instagram hasta cuentas paralelas en Instagram, Facebook o X (Twitter), este patrón se repite en diferentes plataformas, adaptándose a sus particularidades y a los distintos fines que persiguen los usuarios.
Algunas personas mantienen estos perfiles con objetivos explícitos: separar lo profesional de lo personal, mantener cierto anonimato, o gestionar comunidades. Otras, sin embargo, recurren a ellos para expresar opiniones que no se atreven a manifestar desde su identidad principal. La psicología analiza este tipo de comportamiento para identificar qué impulsa realmente a una persona a dividir su identidad digital.
Mantener varias cuentas en una misma red social implica una división clara de roles o identidades. Este recurso, que ha sido común en otros contextos históricos (como los seudónimos literarios o los alter-egos artísticos), encuentra en el entorno digital un nuevo canal de expresión.
Entre los motivos más frecuentes para crear una segunda cuenta se encuentran:
- Compartir contenido sensible sin comprometer la identidad principal.
- Separar entornos personales y profesionales.
- Promover productos, marcas o proyectos.
- Observar a otros usuarios sin ser detectado.
- Defender o atacar causas, personas o ideas.
- Evitar límites de edad o restricciones de acceso.
Cabe remarcar que este comportamiento no siempre responde a intenciones maliciosas. En algunos casos, se trata de una estrategia adaptativa. En otros, refleja inseguridades o conflictos personales no resueltos. Desde la perspectiva psicológica, tener varios perfiles puede ser tanto una herramienta funcional como un indicio de tensiones internas.
La psicología del yo ha analizado desde hace décadas cómo los individuos construyen su identidad en función del contexto. En la era digital, esa construcción se proyecta en redes sociales, donde el usuario tiene la posibilidad de modelar su imagen.
Tener varias cuentas en una misma red social no es solamente una cuestión de organización. Para algunos especialistas, esta duplicación puede expresar la necesidad de:
- Ocultar aspectos de la personalidad que no se consideran aceptables.
- Experimentar sin asumir consecuencias.
- Mantener el control sobre diferentes círculos sociales.
La gestión de identidades múltiples también puede responder a un intento de escape. La persona puede no sentirse libre para expresarse desde su cuenta principal por miedo a represalias sociales, familiares o laborales. En estos casos, el perfil alternativo actúa como una válvula de escape que permite canalizar emociones o pensamientos reprimidos.
¿Cuáles son los riesgos y límites psicológicos de esta conducta?
Las redes sociales, en general, no fomentan la multiplicación de perfiles personales. La mayoría de ellas establecen normas claras al respecto. Sin embargo, su cumplimiento es relativo. Algunas plataformas, como Twitter, permiten explícitamente la creación de múltiples cuentas. Otras, como Facebook, pueden eliminar perfiles duplicados si se detecta un uso indebido.
Por otra parte, desde la psicología, existen algunos riesgos asociados a esta práctica:
- Despersonalización: perder el sentido de una identidad coherente.
- Evitar la responsabilidad: escudarse en el anonimato para emitir comentarios dañinos.
- Aislamiento: fragmentar tanto la expresión personal que se pierde el contacto real con los demás.
- Confusión interna: dificultad para mantener consistencia en las relaciones digitales.
No obstante, no todos los usos de cuentas múltiples tienen connotaciones negativas. Algunos pueden estar justificados por cuestiones laborales o por contextos culturales y sociales restrictivos. El análisis de cada caso debe considerar las circunstancias particulares del usuario.
Estudios en psicología digital indican que las plataformas sociales no sólo amplifican comportamientos ya existentes, sino que también los moldean. Así, lo que podría haber sido un simple uso práctico puede convertirse en una forma habitual de interactuar.
La misma red social puede ser utilizada por una persona de formas completamente diferentes, dependiendo de la cuenta desde la cual opera. Esta pluralidad de comportamientos puede reflejar:
- La necesidad de validación.
- Miedo a la desaprobación.
- Deseo de control sobre la propia narrativa digital.
Por otro lado, las redes sociales tienden a premiar ciertos comportamientos. La interacción constante, los contenidos polémicos y el anonimato generan más alcance y visibilidad. Esto refuerza el uso de cuentas paralelas como estrategia para maximizar la presencia digital sin comprometer la identidad principal.