Contenido
- 0.1 ¿Qué significa dejar los mensajes de WhatsApp en ‘visto’ pero no responderlos, según la psicología?
- 0.2 No falla nunca: este gesto revela si alguien te miente, según un experto en lenguaje corporal
- 0.3 ¿Qué significa tener varias cuentas en la misma red social, según la psicología?
- 1 WhatsApp y el problema del FOMO, según la psicología
- 2 La relación psicológica entre la ansiedad y consultar todo el rato los grupos de WhatsApp
- 3 ¿Cómo puedo saber si tengo dependencia de WhatsApp, según la psicología?
En el mundo actual, WhatsApp se ha convertido en una herramienta indispensable para la comunicación diaria, pero el uso obsesivo es un problema que la psicología ha querido estudiar, ya que cada vez afecta a más personas.
El principal problema es que no sólo lo utilizamos para hablar con familia y amigos, sino que también forma parte de nuestras gestiones diarias, del trabajo y de los estudios. Por ello, cada vez es más habitual encontrar a gente mirando WhatsApp compulsivamente.
Al principio, puede parecer una costumbre inofensiva, pero la realidad es que es una conducta que preocupa a los psicólogos y que puede influir en nuestro estado emocional y en nuestra salud mental.
WhatsApp y el problema del FOMO, según la psicología
Uno de los principales motivos por los que muchas personas revisan compulsivamente sus grupos de WhatsApp es el FOMO (Fear of Missing Out). Es decir, el miedo a perderse algo.
Este fenómeno está relacionado con la ansiedad social y la necesidad constante de estar al día de lo que ocurre en nuestro entorno.
Además, en los grupos de WhatsApp, especialmente los que compartimos con amigos o con familia, este miedo se intensifica.
Queremos estar presentes en las conversaciones, aportar, reaccionar, o al menos demostrar que estamos atentos. Parece algo positivo pero, en el fondo, lo que demuestra es una excesiva necesidad de validación y de pertenencia al grupo, que puede convertirse en una obsesión.
La relación psicológica entre la ansiedad y consultar todo el rato los grupos de WhatsApp
La revisión constante de WhatsApp también puede estar vinculada con estados de ansiedad generalizados. Esto se debe a que las personas que se sienten inseguras o estresadas tienden a buscar refugio en ciertas rutinas digitales.
En ese sentido, revisar constantemente los mensajes puede funcionar como una válvula de escape, un gesto automático que proporciona una sensación temporal de control.
Sin embargo, hay que destacar que este control es una falsa ilusión. Lejos de reducir el estrés, estar continuamente pendientes del móvil puede aumentar la sobrecarga mental, dificultar la concentración y alterar los patrones de descanso.
Además, la hiperconectividad afecta a la calidad de nuestras relaciones y nos impide desconectar del todo, incluso en momentos destinados a la sociabilización como tomar algo con amigos o disfrutar de una cena familiar.
Por otra parte, WhatsApp puede convertirse en un comportamiento adictivo. Cada nueva notificación activa el sistema de recompensa del cerebro, liberando pequeñas dosis de dopamina, el neurotransmisor del placer. Esto puede traducirse en dependencia digital si no aprendemos a gestionarlo.
¿Cómo puedo saber si tengo dependencia de WhatsApp, según la psicología?
Todos nos sorprenderíamos si viéramos las horas que usamos el móvil al día, pero en el caso de WhatsApp hay varias señales de alarma que debes tener en cuenta:
- Revisas los grupos incluso cuando no hay notificaciones nuevas.
- Sientes ansiedad si no puedes acceder a la aplicación durante un tiempo.
- Consultas WhatsApp nada más despertarte y antes de dormir.
- Interrumpes tareas importantes por revisar mensajes.
- Tienes una necesidad constante de responder rápido para evitar «quedar mal».