Contenido
- 0.1 Ni cerrados ni nacionalistas: así es como ven los madrileños a los vascos, según un estudio psicológico
- 0.2 Ni tristes ni hospitalarios: así es como ven los madrileños a los gallegos, según un estudio psicológico
- 0.3 Ni fútbol ni videojuegos: los niños más inteligentes siempre están interesados en esto, según expertos psicólogos
- 1 Esta es la frase que los niños más inteligentes jamás escucharían de sus padres
- 2 ¿Cuál es el rol de los adultos en la validación del pensamiento infantil?
El lenguaje tiene un peso que va más allá de la comunicación. Cuando se trata de educación y desarrollo infantil, cada palabra pronunciada por parte de un adulto influye de forma directa en la autopercepción, motivación y confianza del menor. En este terreno, tanto lo que se dice como lo que se omite termina dejando huella. En el caso de los niños más inteligentes, el impacto del lenguaje adquiere una dimensión especial.
Y es que no se trata de tratarlos con condescendencia ni de sobreprotegerlos, sino de entender sus necesidades específicas y actuar en consecuencia. De lo contrario, ciertos comentarios que parecen inocuos pueden frenar su curiosidad natural, desincentivar su participación o incluso afectar a su autoestima.
Esta es la frase que los niños más inteligentes jamás escucharían de sus padres
En el entorno familiar y escolar se repite con frecuencia una expresión que, según especialistas como la pedagoga Ana Araujo, es especialmente contraproducente: “Es que eso ahora no toca”.
Este mensaje suele utilizarse con la intención de mantener el orden o centrar la atención en una tarea concreta. Sin embargo, cuando se dirige a niños más inteligentes, tiene un efecto desalentador. Lejos de limitarse a marcar los tiempos, se convierte en una forma de desautorizar su intervención, lo que puede interpretarse como un rechazo a su iniciativa o a su forma de pensar.
Ana Araujo, madre de un menor con altas capacidades y divulgadora en redes sociales, compartió en más de una ocasión cómo este tipo de frases se repiten en contextos escolares, tal y como recoge el medio SerPadres. En sus publicaciones explica que, aunque se digan sin mala intención, terminan por enviar el mensaje de que las ideas del menor no son bienvenidas si no encajan en un guion preestablecido.
¿Por qué la frase impacta de forma especial en los niños más inteligentes?
Los niños más inteligentes suelen mostrar una alta sensibilidad emocional, un pensamiento divergente y una fuerte tendencia a cuestionar normas o estructuras rígidas. Ante estas características, respuestas como “eso ahora no toca” no sólo no sirven para encauzar su energía, sino que pueden hacer que se replieguen o pierdan la motivación por participar.
Según el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, el desarrollo emocional va de la mano del desarrollo intelectual. Si un menor percibe que sus aportaciones no son valoradas, su autoestima puede resentirse, y con ella su disposición a aprender. En este sentido, las frases que limitan sin explicar ni orientar terminan teniendo un efecto contrario al deseado.
La pedagoga Ana Araujo insiste en que no se trata de dejar que los niños hablen sin control o interrumpan cuando quieran, sino de legitimar su intervención, contextualizarla y canalizarla adecuadamente. En vez de desautorizar con una frase cerrada, se puede optar por alternativas como:
- “Esa idea es muy interesante, vamos a retomarla luego”.
- “Me gustaría escucharte con más calma después”.
- “Ahora estamos con otra cosa, pero no quiero que se me olvide lo que has dicho”.
¿Cuál es el rol de los adultos en la validación del pensamiento infantil?
En el caso de los niños más inteligentes, la necesidad de ser escuchados y comprendidos no es un capricho. Forma parte de su manera de interactuar con el mundo. Ignorar esta característica puede generar frustración o, peor aún, llevarles a ocultar sus pensamientos por miedo a que sean considerados fuera de lugar.
Rafa Guerrero, especialista en pedagogía y crianza respetuosa, recuerda que los adultos cumplen un papel clave como mediadores del aprendizaje.
No basta con proporcionar conocimientos, también es esencial validar las emociones, las inquietudes y los intereses del menor. El lenguaje, en este sentido, debe ser una herramienta de acompañamiento, no de censura.
Otras frases que conviene evitar
Además de “eso ahora no toca”, Ana Araujo menciona otras expresiones que pueden ser dañinas para niños más inteligentes, aunque se digan en tono informal:
- “No seas tan intenso”.
- “Eso no lo vas a entender”.
- “Tienes que ser como los demás”.
- “No hace falta que lo expliques todo”.
- “Ya sabemos que tú lo sabes”.
Estas frases limitan la expresión, la diferencia y el entusiasmo por aprender. Según Araujo, su uso continuado puede acabar apagando cualidades propias de estos menores, como la curiosidad o la iniciativa.