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Hay frases que utilizan las personas con inteligencia emocional cuando les critican, pero si hablamos de ser inteligentes, ¿qué es lo que les define? Aunque muchos piensan lo contrario, los expertos lo tienen claro: las mejores mentes son aquellas que saben preguntar.
Lejos de ser una señal de debilidad, admitir que no se sabe todo y hacerse preguntas es el síntoma más claro de inteligencia. En un mundo cada vez más complejo, rápido y peligroso, saber cuál es la pregunta correcta es fundamental.
Esto es lo que defienden desde Fast Company y para demostrarlo se han apoyado en los argumentos de algunos de los mejores psicólogos y expertos del mundo.
La pregunta que se hacen las personas inteligentes, según los expertos
Decía Einstein que si tuviera una hora para resolver un problema dedicaría 55 minutos a encontrar la pregunta más adecuada. Esa actitud no es casualidad. Pensadores, psicólogos y líderes coinciden en que saber preguntar es un signo inequívoco de inteligencia.
No se trata de dar con la respuesta correcta al instante, sino de plantear las cuestiones que abren el camino. Por ello, las personas inteligentes no son ni las que más preguntas hacen ni las que parece que jamás tienen dudas: son las que saben hacer la pregunta adecuada en el momento oportuno.
En el trabajo, por ejemplo, preguntar no te hace parecer débil. Al contrario. Tomas Chamorro-Premuzic, psicólogo organizacional, señalaba que las personas que preguntan demuestran fortaleza, apertura y deseo de mejorar. Pedir opinión o consejo a un compañero no resta puntos, los suma.
El arte de saber preguntas es lo que define a las personas más inteligentes
Como decíamos, lo importante es acertar con la pregunta que hacemos. Hal Gregersen, del MIT Leadership Center, recomienda una técnica sencilla pero poderosa: el question storming.
Consiste en generar al menos 50 preguntas sobre un mismo problema. Cuesta, porque a mitad del ejercicio muchas personas se bloquean. Pero justo ahí es donde surge la magia. Al seguir dudando, empiezan a descubrirse aspectos del problema que no se habían tenido en cuenta.
En el ámbito personal, aprender a preguntar también puede ayudar a los más inteligentes. Al reformular una opinión o consejo como pregunta se puede cambiar por completo el rumbo de una discusión.
Por ejemplo, preguntar qué se debe hacer es más eficaz que dar una orden, ya que pone el foco en el otro y te convierte en alguien que escucha, y no que impone.
Cómo utilizan los líderes las preguntas para avanzar en sus objetivos
Un buen líder tiene que saber cómo influir en los demás. En ese sentido, una de las estrategias más útiles es utilizar las preguntas como motor de avance.
«¿Qué necesita hacerse? ¿Qué puedo hacer? ¿Cuánto está en mi mano?». Para el experto Yonason Goldson, estas tres preguntas son el equilibrio perfecto que deben tener las personas inteligentes entre una mentalidad ética y proactiva. Invitas a participar a la vez que asumes tu responsabilidad.
Además, hacer las preguntas adecuadas ayudan a identificar con quién trabajar. Las personas curiosas, colaboradoras, resilientes y con pasiones fuera del trabajo son las que más aportan.