Contenido
- 0.1 Las personas más inteligentes siempre tienen este hábito que los distingue del resto, según los expertos
- 0.2 Las personas más inteligentes siempre eligen este color para su coche, según un estudio psicológico
- 0.3 Las personas más inteligentes y creativas que el promedio siempre tienen este defecto en común
- 1 La técnica que utilizan las personas inteligentes para despertarse mejor por las mañanas
- 2 Los beneficios psicológicos de posponer el despertador por las mañanas
- 3 Los problemas de posponer la alarma varias veces al despertarse
La forma de dormir puede decir mucho sobre una persona. Pero la cosa va más allá, ya que según los expertos la forma de empezar el día puede determinar la inteligencia de un individuo.
Una costumbre tan simple como retrasar la alarma del despertador puede marcar la diferencia. Lejos de ser una característica propia de las personas perezosas, un estudio de la revista Sleep demuestra que sucede lo contrario: despertar poco a poco puede decir cosas muy positivas de nosotros.
Así que, si eres de los que necesita varias alarmas y pospone continuamente su despertador por las mañanas, debes saber que esta rutina acarrea diversos beneficios si va acompañada de otros buenos hábitos.
La técnica que utilizan las personas inteligentes para despertarse mejor por las mañanas
Las personas a las que les cuesta desperezarse por las mañanas están algo estigmatizadas, pero el estudio de la revista Sleep puede convertirse en su mejor aliado para defenderse de las acusaciones de aquellos que tienen un despertar más estricto.
Los expertos determinan que las personas que son capaces de manejar con mayor flexibilidad sus rutinas de sueño suelen tener mayores niveles de creatividad, inteligencia emocional y pensamiento independiente.
Posponer la alarma por las mañanas refleja una mejor capacidad para escuchar a nuestro cuerpo y manejar con mayor eficacia nuestros ritmos vitales. Esta rutina genera múltiples beneficios.
Los beneficios psicológicos de posponer el despertador por las mañanas
El estudio de Sleep observó los hábitos de 450 participantes en relación a sus rutinas para despertarse por las mañanas. Un 57% de los sujetos ponía en práctica la rutina de retrasar la alarma varias veces y dar cabezaditas antes de levantarse.
Los investigadores concluyeron que posponer nuestro despertador permite una activación más paulatina de nuestro sistema nervioso, como demuestra el aumento de la frecuencia cardiaca en reposo de los participantes en el experimento.
Un despertar gradual, por tanto, reduce el aturdimiento que experimentamos al tener un despertar súbito. Esto se debe a que las cabezaditas que se dan entre las diversas alarmas programadas provocan que el sueño antes de despertar definitivamente sea más ligero.
Pero, como en todo, este hábito debe ponerse en práctica de forma consciente y moderada. Si no, puede acarrear algunos efectos negativos.
Los problemas de posponer la alarma varias veces al despertarse
Si se convierte en un hábito descontrolado, la rutina de posponer varias veces el despertador puede generar algunos problemas.
Si las alarmas son demasiado frecuentes e intensas, el último tramo del sueño se puede fragmentar en exceso, lo cual impide que el sueño sea del todo reparador.
Convertir la procrastinación en un hábito a veces puede afectar a la productividad y acabar generando ansiedad. Por tanto, si no controlamos algo tan sencillo como la repetición de nuestras alarmas puede generar un impacto negativo en la salud mental a largo plazo.
Por ello, lo más recomendable es quedarse con los detalles positivos, como empezar el día con menos estrés, e impedir que retrasar nuestra alarma en realidad sea una forma de enmascarar nuestros malos hábitos nocturnos.