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Pedir retroalimentación, como dicen en inglés, feedback, parece algo que tendrían en común las personas más exitosas. Sin embargo, eso no parece estar entre las características que definirían a grandes genios como Bill Gates o Leonardo Da Vinci.
Esto es lo que ha explicado Adam Grant, psicólogo organización de la Universidad de Wharton, al asegurar que las personas más exitosas que el promedio nunca se limitan a pedir feedback para crecer profesionalmente.
En su lugar apuestan por una estrategia mucho más efectiva y empática: pedir consejo. Quizás creas que la diferencia es mínima, pero los psicólogos lo ven como algo determinante.
El hábito que jamás hacen las personas exitosas, según un psicólogo experto en organización
Para Grant hay una gran diferencia entre pedir consejo y feedback. En el segundo caso las respuestas tienden a ser superficiales o demasiado críticas, lo que puede resultar desmoralizador.
Muchas personas evitan dar opiniones sinceras por miedo a herir al otro, y la consecuencia es que ofrecen comentarios vagos o centrados en aspectos irrelevantes.
En cambio pedir consejo genera un marco de conversación más abierto y constructivo. Al plantear la pregunta de esa manera, la otra persona se siente más inclinada a ofrecer sugerencias prácticas y aplicables, en lugar de limitarse a decir qué está bien o mal.
De hecho, hay un trabajo publicado en 2019 por la Universidad de Harvard que lo demostró con un experimento. 200 personas evaluaron una carta de solicitud de trabajo.
Los que fueron invitados a dar feedback ofrecieron respuestas muy vagas y poco específicas. Sin embargo, a quienes se les pidió consejo presentaron un 34% más de áreas de mejora y un 56% más de sugerencias concretas.
Cómo afecta pedir consejo a los empleados de élite y a las mujeres
El impacto de esta diferencia no es menor. Según un análisis de 2024 realizado por la plataforma de recursos humanos Textio, los empleados de alto nivel tienen más probabilidades de recibir feedback superficial, lo que limita sus opciones de crecimiento.
El estudio también mostró que las mujeres tienden a recibir más comentarios sobre su personalidad que sobre su desempeño laboral, un patrón que no ayuda a su desarrollo profesional.
Al solicitar consejo en lugar de retroalimentación, es más probable que obtengan críticas útiles centradas en sus resultados y capacidades.
Kieran Snyder, cofundador de Textio, recomendó además estructurar bien estas conversaciones. Según explicó, es más efectivo anticiparse y preparar la reunión para obtener críticas prácticas.
Un ejemplo concreto sería plantear la conversación así: «La próxima semana, en nuestra reunión individual, me gustaría hablar sobre algunos ejemplos específicos de mi trabajo y discutir qué podría hacer de manera diferente si estuviera actuando en el siguiente nivel».
La estrategia que siguen las personas exitosas para crecer en el ámbito personal y profesional
Las personas más exitosas tienen hábitos diferenciales que los hacen crecer continuamente, pero para ello han entendido que deben recibir críticas útiles y aplicables.
Por eso evitan limitarse a pedir feedback: saben que si solicitan consejo obtendrán información más estructurada y detallada que les ayude a mejorar.
Cambiar este enfoque puede marcar la diferencia en el desarrollo profesional y personal. Pedir consejo ayuda a identificar acciones concretas, evita evaluaciones genéricas y favorece una mentalidad de mejora constante.