Hay señales que indican que una persona en la tercera edad tiene una excelente memoria, pero si convives con una persona mayor es más común que lo que ocurra sea justo lo contrario: empiezan a repetir la misma pregunta varias veces al día o insisten en contar la misma batallita de hace 40 años una y otra vez. La psicología sabe por qué.
A veces puede resultar molesto, pero debes armarte de paciencia. Es una conducta habitual en mayores de 65 años y tiene una explicación que va más allá del simple olvido. La psicología del envejecimiento aporta pistas claras sobre por qué ocurre y cuándo conviene prestar más atención.
La psicología pide calma: repetir constantemente en la tercera edad no siempre es un signo de alarma
A medida que envejecemos, algunas funciones cognitivas se ven afectadas de forma natura y, aunque es bueno prevenir, tampoco hay que asustarse. Por ejemplo, puede empezar a fallar la memoria a corto plazo, que nos permite retener información reciente.
Lo normal es que la memoria a corto plazo se debilite, pero la de largo plazo (o memoria cristalizada) suele mantenerse. Por eso es tan común que las personas mayores recuerden perfectamente eventos de hace décadas, pero no retengan qué han comido hoy.
Además, la memoria de trabajo, clave para resolver tareas cotidianas o mantener conversaciones complejas, también se ve resentida. Esto puede hacer que repitan frases o preguntas sin darse cuenta. Pero ojo, repetir cosas no siempre indica un problema.
En muchos casos, es simplemente una forma de reconectar con momentos importantes del pasado o de reafirmarse ante los demás. Volver a contar una historia puede aportar placer, sensación de control o ganas de compartir una vivencia significativa.
También influyen factores como la soledad, la necesidad de sentirse escuchados o la pérdida progresiva de atención. Incluso situaciones de estrés, ansiedad o tristeza pueden hacer que una persona mayor repita ideas como una forma de procesar emocionalmente lo que le ocurre.
Señales de alerta si una persona mayor empieza a repetir las cosas muchas veces
Aunque la repetición en sí no sea preocupante, conviene estar atentos si viene acompañada de otros síntomas. Por ejemplo, si la persona se desorienta en lugares conocidos, tiene problemas para seguir instrucciones simples, confunde rostros o momentos del día, o nota cambios en su conducta.
En estos casos, podría estar iniciándose un trastorno cognitivo más serio, como el alzhéimer o algún tipo de demencia. En todo caso, la mejor forma de saber si este es uno de los problemas es buscando la ayuda de un experto.
Entre los primeros síntomas de estas enfermedades está precisamente la repetición constante, pero no sólo de recuerdos, sino también de preguntas o frases en intervalos cortos de tiempo.
A medida que avanzan, estos trastornos afectan al lenguaje, la orientación y la capacidad para realizar tareas básicas. Si detectas estas señales, lo mejor es consultar con un profesional lo antes posible.
Es decir, si tu padre te repite muchas veces una historia de cuando hizo la mili no te preocupes en exceso. Ponte en estado de alerta cuando las preguntas sean más rutinarias. Por ejemplo, que en un intervalo de diez minutos te pregunte cuatro veces qué hay de cenar.