Si una persona te saca estos temas de conversación es porque no tiene habilidades sociales, según los expertos

Psicología

Si una persona te saca estos temas de conversación es porque no tiene habilidades sociales, según los expertos

Las habilidades sociales nos permiten mantener relaciones sanas, expresar nuestras ideas con claridad y desenvolvernos adecuadamente en distintos contextos personales y profesionales. Sin embargo, no todas las personas dominan estas competencias por diferentes motivos como la falta de práctica, inseguridad, timidez y trastornos que dificultan la interacción. La falta de habilidades sociales se evidencia en el lenguaje corporal, la forma de actuar y el contenido de los discursos. Por lo general, lo que una persona dice y la forma en que lo hace puede manifestar una dificultad en la capacidad de conectar con los demás.

La mayoría de las personas que no tienen habilidades sociales suelen desarrollar una forma de comunicación egocéntrica, monótona y evasiva. La consecuencia de esta acción es que genera una barrera en el intercambio con otras personas y los diálogos pueden provocar malentendidos, incomodidad e incluso rechazo. En ese sentido, al identificar los temas de conversación de quienes no tienen habilidades sociales comprendemos los patrones comunes que aparecen en estas situaciones para abordarlo desde el conocimiento y la empatía. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las razones de la falta de habilidades sociales es la presencia de trastornos emocionales no tratados con acompañamiento profesional. «Cuando una persona no tiene herramientas para canalizar sus emociones, es probable que utilice el lenguaje como vía de desahogo constante, aunque eso implique alejar a los demás», según la OMS. A su vez, mencionan que el problema no es compartir las dificultades, sino hacerlo de manera continua, sin equilibrio y sin considerar el impacto que puede tener en las demás personas.

De qué hablan quiénes no tiene habilidades sociales

Hablar de ellos mismos

Un indicador evidente que manifiestan las personas con escasas habilidades sociales es que centran la conversación en sí mismas. Hablan en exceso de sus logros, problemas, gustos, rutinas y experiencias, sin dejar espacio para que otros participen de forma equilibrada.

La acción no presenta una intención narcisista, pero en ocasiones coincide con rasgos de esa índole. Por lo general, se trata de una falta de recursos para iniciar o sostener un diálogo bidireccional y, al no saber cómo interesarse genuinamente por el otro ni preguntarle, recurren con énfasis a sus asuntos personales.

Según el Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), las personas que no escuchan activamente y monopolizan el diálogo tienden a generar distancia emocional, lo que obstaculiza la creación de vínculos de confianza.

«Escuchar y mostrar interés auténtico por los demás es una competencia social que se puede aprender, y representa una de las claves para construir relaciones satisfactorias», afirman miembros del instituto.

El tono negativo y las quejas recurrentes

Otro rasgo común en quienes no presentan habilidades sociales es el discurso negativo. Son personas que hablan con frecuencia de sus frustraciones, de lo mal que va el mundo, de las injusticias que sufrieron y el descontento con diferentes aspectos de la vida.

Las autoridades de IEPP explican que el tono sombrío, pesimista y derrotista suele estar vinculado a emociones internas mal gestionadas como ansiedad, tristeza y baja autoestima.

Los cambios abruptos de tema

Quienes muestran dificultades sociales, durante una conversación cambian de tema constantemente a pesar de que no exista conexión entre los asuntos. Los expertos de IEPP advierten que saltar de un tema a otro sin una transición natural suele indicar nerviosismo, falta de escucha activa e incapacidad para sostener una línea de conversación compartida. «Este comportamiento desconcierta a los interlocutores y dificulta la fluidez del diálogo».

Desde la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) señalan que la conversación es una forma de cooperación social, donde se construye un sentido compartido.

Pero, cuando una persona interrumpe esa construcción cambiando el tema abruptamente, se rompe ese acuerdo tácito y expresa una imagen de desinterés que produce confusión. Por lo tanto, destacan que aprender a mantener el hilo conversacional y respetar los turnos es esencial para establecer relaciones funcionales.

La falta de retroalimentación y la ausencia de preguntas

La repregunta es un recurso clave en todo proceso comunicacional porque favorece la empatía y la reciprocidad. Sin embargo, las personas que carecen de habilidades sociales tienen dificultad para formular preguntas abiertas y ser curiosas por los asuntos de los demás.

En lugar de ello, hay una tendencia por las respuestas cerradas, emitir monólogos o evadir el intercambio genuino. Por lo tanto, se generan conversaciones unilaterales y poco estimulantes. Los expertos de UNED insisten en que fomentar la retroalimentación positiva y los comentarios constructivos es otra habilidad social clave.

«Saber validar lo que dice el otro, responder con frases que animen a continuar o expresar acuerdo o desacuerdo con respeto contribuye a una comunicación sana», destacan.

¿Cómo mejorar la comunicación interpersonal?

El Colegio Oficial de Psicología de Madrid recomienda realizar ejercicios de role-playing, practicar la escucha activa y trabajar sobre la autoestima para mejorar la interacción social.

 

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