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Las relaciones sociales nos permiten conocer, aprender y desarrollarnos con otras personas que comparten sus deseos, sensaciones, preguntas y valores. En ocasiones, se presentan obstáculos y dificultades para entablar vínculos con familiares, amistades y compañeros de trabajo. Si conoces las características de una persona sin educación, posiblemente digas estas frases. Normalmente, necesitas prevenir que te generen situaciones incómodas y angustiantes. La Clínica Cleveland informa acerca de una condición de salud mental que presenta relación con las características de las personas mal educadas.
Se trata del trastorno de personalidad antisocial (TPA), el cual puede afectar la forma en que las personas piensan e interactúan con los demás. En los comportamientos más habituales es posible identificar actitudes de manipulación y engaño, explotar o aprovecharse de otra persona para tu propio beneficio, desconocer la ley o los derechos de otras personas y no sentir remordimiento por tus acciones. Los síntomas más frecuentes son la agresión física, hostilidad o violencia hacia otros; comportamiento imprudente o impulsivo; quebrantar la ley o ignorar las reglas y normas sociales; y sentirte enojado, más poderoso o mejor que los demás. A su vez, profesionales de la clínica advierten que estas personas usan el ingenio y el encanto para manipular, mentir o engañar a otros para beneficio o disfrute personal. También se caracterizan por no asumir responsabilidad por acciones o comportamientos y no mostrar remordimiento, arrepentimiento o preocupación por sus actos.
¿Qué características tiene una persona sin educación?
Según el Believe in Mind, algunas señales de mala educación son interrumpir a alguien que está hablando o haciendo algo importante, usar lenguaje áspero o insultante, sarcasmo o burla.
Otras características de las personas mal educadas son ignorar o desestimar los sentimientos, opiniones o necesidades de alguien; invadir el espacio personal o la privacidad de alguien; no decir por favor, gracias o lo siento cuando corresponde.
Un rasgo frecuente es la carencia de modales básicos. Las actitudes más cotidianas son interrumpir a otras personas o hablar por encima de ellas, no realizar contacto visual mientras dialogan, ser abrasivos y bruscos con el personal de los servicios de atención al cliente.
No respetan límites
Las personas sin educación muestran una marcada actitud de no respetar tus límites. En este sentido, no les importa tu espacio personal, tu privacidad ni tus preferencias. Por ejemplo, te tocarán sin permiso, usarán tus cosas sin solicitártelas y harán comentarios, bromas o gestos inapropiados que te harán sentir incómodo.
Sin modales básicos
Es habitual que las personas mal educadas no desarrollen los gestos de cortesía y modales básicos en las interacciones sociales. «No utilizar estas sencillas frases corteses como por favor, perdón y gracias es un signo de mala educación y de grosería implícita», afirman desde Believe in Mind.
El espacio personal y los momentos de tranquilidad son importantes para el desarrollo de tus tareas, actividades y proyectos. En el caso de las personas mal educadas, se caracterizan por irrumpir y no respetarte las zonas personales. En ese sentido, pueden permanecer demasiado cerca al hablar y no valorar tu área de confort.
Frases que usan las personas sin educación
Siempre tengo la razón
Es una frase también es repetitiva. Suelen decirla diversos tipos de personas, desde las que tienen mala educación, a las que no quieren aprender nada, a los egoístas, que tienen más vanidad y también los narcisistas.
No es mi problema
Las personas sin educación, además, suelen mirar por ellas mismas y les importa poco el sentimiento de los demás.
Esta frase denota grandes dosis de egoísmo. Ante un problema mayor o de alguna persona cercana, las personas sin educación suelen esbozar esta frase sin sentimiento ninguno. Nuevamente hay una gran falta de empatía hacia el resto de personas. Solo piensan en ellos mismos.
Los comportamientos más recurrentes de mala educación
Es probable que te encuentres con personas groseras que suelen hacer comentarios insultantes o degradantes hacia los demás. Entre ellas, están las bromas hirientes, la utilización de términos despectivos para etiquetar o describir a las personas.
También muestran comportamientos de criticar o hacer ataques personales contra el carácter, apariencia o habilidades de otra persona, así como también cuestionar la inteligencia o competencia de alguien de manera condescendiente.
Otro de los rasgos es la poca capacidad para escuchar y la falta de interés en los demás. Es frecuente que interrumpan o hablen por encima de la gente en conversaciones, ignoran y desacreditan lo que expresan las personas.
«Las personas sin educación son distraídas y desinteresadas cuando otros hablan, no hacen contacto visual contigo ni te preguntan sobre tus asuntos», explican profesionales. El lenguaje corporal y las expresiones faciales transmiten falta de interés y no presentan preocupación por el orador o el tema.
Las características de las personas sin educación son una muestra clara y evidente de desinterés, ausencia de modales y valores básicos.