Los psicólogos alertan a los padres separados: jamás pronuncies estas 3 frases delante de tus hijos

La separación de los padres introduce complejidades emocionales que pueden afectar el desarrollo de un niño

Padre e hijo

Padre e hijo.

La crianza de un hijo es un viaje lleno de momentos de alegría y desafíos. Desde que se toma la decisión de traer un niño al mundo, se asume la responsabilidad de guiar su desarrollo emocional y personal. Sin embargo, la separación de la pareja complica aún más este proceso, ya que cada progenitor puede tener un enfoque distinto hacia la crianza. Algunos pueden ser más tóxicos, controladores o sobreprotectores, lo que obliga al niño a aprender a navegar entre diferentes modelos familiares.

Independientemente de las circunstancias, hay ciertas cosas que nunca deberían decirse a los pequeños. Comentarios que generan confusión, inseguridad o sentimientos de culpa pueden dejar una huella duradera en su bienestar emocional. Por ello, es crucial que los padres se abstengan de hacer comentarios que coloquen a sus hijos en situaciones incómodas o que los obliguen a elegir entre uno u otro progenitor.

3 frases que no deben decir los padres divorciados delante de sus hijos

La manera en que los padres se comunican durante una separación es fundamental para la salud emocional de sus hijos. Aquí hay tres frases que deben evitarse en la conversación:

1. ¿Con quién prefieres ir, con papá o con mamá?

Esta pregunta puede causar un gran conflicto interno en el niño, ya que la decisión de con quién quedarse debe ser tomada por los adultos, considerando lo mejor para el pequeño. Plantear una elección así puede hacer que el niño sienta una lealtad hacia uno de los progenitores, lo que puede ser una carga emocional muy pesada.

2. Papá/mamá me ha demandado para que nos divorciemos

Decir esto implica atribuir la culpa a uno de los padres, lo cual puede influir en cómo se siente el niño. En lugar de eso, es preferible explicar la situación de una manera más neutral, como «hemos decidido que ya no somos pareja y que viviremos en casas separadas», evitando así transmitir un peso emocional adicional.

3. Tu padre/madre nos ha abandonado

Esta afirmación es devastadora para el desarrollo emocional de un niño. Aunque un adulto pueda sentirlo así, no es justo cargar al niño con esos sentimientos. Debe permitirse que los niños forjen sus propias opiniones sobre sus padres, ya que su relación con ambos es crucial para su bienestar emocional.

Las palabras tienen un impacto significativo, especialmente en momentos de cambio. Evitar frases dañinas no sólo protege su salud emocional, sino que también les brinda la oportunidad de entender y aceptar la nueva realidad familiar de una manera más saludable.

Salir de la versión móvil