Las pruebas que demuestran que tu hijo está bien educado, según la psicología

Las pruebas que demuestran que tu hijo está bien educado: lo dicen los psicólogos

Casi de manera diaria surgen nuevas corrientes de pensamiento que ponen en cuestión la forma en la que se crían a los niños alrededor del mundo. Cada vez son más las ideas que tienen como objetivo priorizar los deseos desde la infancia, y dejar de lado mandatos que han quedado obsoletos y que no son funcionales actualmente. Esta nueva corriente de pensamiento se denomina crianza respetuosa, y últimamente ha sido cuestionada por quienes se preguntan si tu hijo está bien educado, con esta nueva interpretación de las formas de criar.

«La crianza positiva refiere que lo básico, en cualquier estilo de crianza, debe ser el respeto a los niños y adolescentes como sujetos relacionales, que tienen los mismos derechos que cualquier persona adulta y, además, un grupo de derechos que le son consustanciales por su condición de seres humanos en desarrollo. Se trata de una crianza libre de violencias que, a partir del trato respetuoso desde la educación, cuenta con mejores probabilidades para ser efectiva, saludable y adecuada», sostiene la organización UNICEF, respecto de esta nueva corriente de educar a los hijos. Esta línea de pensamiento que pone el énfasis en cómo se siente el niño, y cómo mejorar las relaciones entre el adulto y pequeños, es cada vez más implementada en el mundo, y tiene como principal objetivo transformar las relaciones sociales tal como las conocemos hoy. Descubre un poco más sobre esta corriente de pensamiento.

Cómo sabes que tu hijo está bien educado

«Educar en tolerancia a la frustración: un niño bien educado es un niño que sabe esperar, un niño bien educado es un niño que tolera que todas las cosas no son como él quiere; es bien educado si está jugando a algo y eso es difícil y no le sale, no tira todo sino que lo sigue intentando una y otra vez hasta que va aprendiendo; un niño bien educado es el que respeta las reglas; un niño bien educado es el que cuando está jugando si pierde, sigue jugando. El bien  educado es un niño que respeta las jerarquías y que se siente bien sin estar en la situación donde mande todo», sostiene el licenciado en psicología Antonio Porcelli Piussi, en su cuenta de Tiktok.

En esa misma línea, se dirige a la crianza respetuosa, que tiene como objetivo priorizar los derechos de los niños, pero también empoderarlos para el mundo que les toca enfrentar, donde sin duda las formas en la que nos relacionamos han mutado y también la forma en la que se piensa la educación, tanto desde el hogar como desde las diferentes instituciones educativas.

Esta nueva corriente de crianza tiene que ver con la escucha atenta y el respeto, que es una de las formas en las que destaca el profesional de la salud mental sobre cómo saber si tu hijo está bien criado.

Si estamos atentos, escuchando las demandas de los pequeños, podremos responde a ellas con responsabilidad, afectividad, y fundamentalmente, con una verdad “adaptada” a cada edad. Entonces encontraremos una mejor gestión de las emociones, lo que llevará a menos frustración, y más tolerancia a la diversidad.

Esto hará mella en la sociedad del mañana, donde este tipo de educar que fueron respetuosas en la infancia, tendrán una mejor relación entre sí, pero sobre todo, serán más pacientes en los procesos que tiene la vida, habrá menos enfados y violencia, ya que se podrá comprender desde otra mirada, cómo afrontar los desafíos y cómo resolver si no funciona como lo esperamos.

Además, la crianza respetuosa también ayudará en lo personal: mejorará la autoestima, ya que las personas se sentirán escuchadas, y validadas en sus emociones, y también dará lugar a nuevos aprendizajes a partir de pruebas y errores, sin necesidad de que los mismos estén mediados por la frustración.

La crianza actual para saber si el niño está bien educado

Muchas veces este estilo de crianza está asociado al concepto de “tiranía infantil”, debido a que estar atentos a las demandas, tener una escucha activa, y acompañar el proceso puede entenderse como un momento de mucho desgaste para el adulto; sin embargo, esto no necesariamente tiene que ser así, sino que se trata de estar atento y desarrollar herramientas para gestionar las emociones en ese momento de mucha demanda.

Este tipo de crianza requiere de mucho tiempo, y también paciencia. Ningún cambio es sencillo de realizar y menos cuando se trata de toda una corriente de pensamiento; por lo que es necesario contar con cada vez más espacios de contención y aprendizajes, tanto para adultos como para los niños y adolescentes que tengan la oportunidad de brindar cada vez más herramientas para poder criar respetuosamente.

 

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