Muchos años en pareja con la misma persona puede hacer que la rutina desgaste la relación y se desdibuje la motivación diaria del encuentro y el compartir. En ese contexto, puede darse la situación de que alguien nuevo llene nuestro día a día y nos sintamos atraídos por esa persona, y pensemos que por ello estamos siendo infieles con nuestras parejas. Mantén la calma: hay una explicación psicológica para todo esto, y se denomina la ciencia de la atracción. Por qué nos gusta otra persona si estamos feliz con nuestra pareja y qué sucede a nivel psicológico con esta situación que puede ser más cotidiana de lo que piensas.
Lo primero que hay que describir es qué abarca la ciencia de la atracción: se trata de una disciplina científica que estudia los factores biológicos, psicológicos y sociales que atraen a las personas de otras personas, según el estudio La Ciencia de la Atracción Romántica. Esta ciencia contribuye a brindar una explicación de cómo y por qué nos sentimos atraídos por otros, sea cual sea nuestra situación previa, si estamos en pareja o solteros. Esta ciencia se basa en cuatro principios, y que a través de ello podremos entender por qué nos gusta otra persona si tenemos pareja. Si bien se puede pensar que para el amor no hay una explicación, ya que «te atraviesa como un rayo», es que a partir de ciertos indicios la psicología, la biología y las ciencias sociales pueden dar una explicación a lo que sucede con la atracción, que puede manifestarse simplemente a través del pensamiento; o bien, sentirse en el cuerpo a través de diferentes formas, como sudor, palpitaciones, nervios, y hasta nerviosismo.
Por qué nos gusta otra persona si estamos feliz con nuestra pareja
Tal como se mencionó, tanto las ciencias sociales, como la biología y la psicología han estudiado el fenómeno que se conoce como ciencia de la atracción, y que explica cómo se atraen las personas desde esos puntos de vista, más allá de la situación personal (es decir, si estás en pareja o estás soltero).
Esta ciencia tiene cuatro principios fundantes, que contribuyen a brindar una explicación de esta atracción: el primero se refiere a la biología y su evolución, el segundo a la neurociencia y las hormonas, el tercero a los factores psicológicos; y el cuarto, a las incidencias sociales y culturales.
Respecto a la biología y la evolución, esta ciencia sostiene que hay una selección natural que nuestro cuerpo está biológicamente predispuestos a sentir atracción por personas que muestran señales de buena salud y fertilidad, es decir, nos sentimos atraídos por aquellas personas que demuestran en su piel, en su figura corporal, buena salud.
Y a su vez, el cuerpo secreta feromonas, que «son sustancias químicas naturales que el cuerpo exhala. Aparentemente, no tienen olor, pero son capaces de provocar reacciones en el otro a través del olfato», según el Instituto Europeo de Química, Física y Biología.
Por su parte, la neurociencia explica la ciencia de la atracción a partir de la liberación de hormonas en determinadas situaciones, que hace que haya atracción. Por un lado, se libera dopamina, que está asociada al placer y el bienestar, y la sentimos cuando estamos cerca de alguien por quien nos sentimos atraídos; y por otro lado, la liberación de oxitocina y vasopresina, que son las “hormonas del amor”, que son liberadas cuando hay conexión física, ya sea en un abrazo, un beso, o todo tipo de contacto físico.
¿Qué dice la psicología al respecto sobre la atracción y las parejas?
En relación a los factores psicológicos que explican la ciencia de la atracción, existen tres puntos cruciales: por un lado la similitud que encontramos con la otra persona, ya sea por lo que piensa, lo que le interesa, o en lo que cree; por el otro, la proximidad, que es cuando simplemente nos atrae por tener un contacto más asiduo; y finalmente, por un efecto halo, que es cuando sospechamos que la otra persona es inteligente, amable, o exitosa, cualidades psicológicas positivas que nos atraen.
Es decir, la cotidianeidad, cómo piensa y actúa, y todo lo que suponemos de la otra persona explica que nos sintamos atraídos por alguien que tal vez no conocemos en profundidad, o si, y es diferente a lo que ya tenemos (en caso de estar en pareja).
Finalmente, en relación a los factores culturales y sociales que explican esta ciencia de la atracción, se puede decir que lo que consideramos como atractivo puede variar según la cultura de la época; al igual que los roles de género. Existen cientos de nuevas pautas que pueden romper con aquello que nos parecía atractivo antes y que ahora nos viene a proponer una nueva dinámica en lo que nos gusta y lo que no.