Contenido
- 0.1 Los rasgos que tienen las personas que deciden dejarse canas, según la psicología
- 0.2 Ni teatro ni cine: la mejor actividad para mayores de 60 años que activa el cerebro y refuerza la autoestima
- 0.3 Si tu pareja y tú hacéis este gesto significa que os queréis de verdad, según la psicología
- 1 Esto es lo que le debes enseñar a tu hijo antes de que cumpla los 3 años
- 2 La repercusión del video en otros docentes
- 3 ¿Por qué es tan importante enseñar a tu hijo la validez del «no» y el respeto por los límites?
Durante los primeros años de vida, los niños aprenden a través de la interacción con su entorno. La etapa que va del nacimiento a los tres años es crucial para el desarrollo emocional y social. Aunque a la hora de enseñar a tu hijo cuestiones y habilidades básicas de la vida, como contar hasta diez, reconocer letras o usar correctamente los cubiertos, hay otros factores que inciden directamente en la forma en que los menores se relacionan con figuras de autoridad y con sus iguales.
La transición a la escolarización formal, especialmente al jardín de infantes, no sólo implica aprender normas básicas de convivencia, sino también comenzar a interiorizar límites. A pesar de que estas cuestiones suelen abordarse en el ámbito escolar, la base se construye en el hogar. Según una educadora infantil, hay una sola enseñanza que marca la diferencia en esta etapa.
Esto es lo que le debes enseñar a tu hijo antes de que cumpla los 3 años
Emily Perkins, una profesora de jardín de infantes en Kentucky, se convirtió en viral tras compartir un vídeo en TikTok en el que responde a una pregunta frecuente entre los padres: ¿cómo preparar a los niños para el colegio? En lugar de referirse a habilidades prácticas como abrocharse los zapatos o abrir un zumo, su respuesta fue directa: «Decidle ‘no’ a vuestros hijos».
Según Perkins, enseñar a tu hijo a aceptar un ‘no’ como una respuesta válida es más relevante que cualquier otra habilidad previa a la escolarización. En sus palabras: «No es una palabra mala». Esta docente de 28 años asegura que si un niño no está acostumbrado a que se le nieguen cosas en casa, tendrá dificultades para adaptarse a los límites escolares.
Aceptar un límite sin entrar en discusión es, para Perkins, una señal de que el menor está preparado para participar en un entorno educativo. En su vídeo, señala que puede encargarse de necesidades básicas como ayudar con el almuerzo o enseñar normas de higiene, pero lo que no puede es lidiar con una falta de comprensión sobre la autoridad.
Perkins explica en el video: «No les enseñéis que un ‘no’ es el inicio de una negociación». Según la profesora, si el niño interpreta cada negativa como una oportunidad para discutir o buscar alternativas, se dificulta su proceso de aprendizaje.
Además, ironiza sobre la complejidad de algunos productos infantiles: «Yo pondré la pajita en el agujero inexistente del Capri Sun… pero no puedo enseñarle a tu hijo a aceptar un límite si nunca lo ha experimentado».
La repercusión del video en otros docentes
El vídeo fue ampliamente comentado por otros profesionales de la educación infantil. Muchos coincidieron con la postura de Perkins. Una maestra de primer grado señaló: «Cada día tengo que discutir con alumnos que no saben aceptar un ‘no’. Vuelvo a casa agotada».
Otro educador escribió: «La crianza permisiva no es lo mismo que la crianza respetuosa. Se puede criar con afecto y, al mismo tiempo, poner límites claros».
El planteamiento también fue respaldado por la doctora Deborah Gilboa, experta en resiliencia familiar. Según explicó al medio Today.com, escuchar y respetar el ‘no’ es una habilidad esencial para la vida. Añade que muchos menores no entienden el concepto porque en casa nunca ha significado una negativa firme. Para ellos, el ‘no’ equivale a un «insiste un poco más».
¿Por qué es tan importante enseñar a tu hijo la validez del «no» y el respeto por los límites?
Enseñar a tu hijo a gestionar la frustración y respetar límites es, para Gilboa, una manera de prepararlo para los entornos con normas. El jardín de infantes representa, en muchos casos, el primer espacio donde los niños no están solamente cuidados, sino que también deben aprender contenidos, compartir recursos y seguir indicaciones.
En este marco, Gilboa afirma:»Si los niños no tienen experiencia en recibir negativas, ni en asumir consecuencias, van a tener más dificultades en el aula». Además, recuerda que los docentes son expertos en mantener la coherencia dentro del grupo. Pero eso sólo es posible si los menores llegan con cierta base sobre el respeto a normas y límites.
En el contexto actual, marcado por modelos de crianza más dialogantes, se ha confundido muchas veces el respeto con la ausencia de estructura. Enseñar a tu hijo implica también permitirle experimentar frustraciones controladas, saber que no siempre se obtiene lo que se quiere y aprender a gestionar ese malestar.