Este es el motivo por el que no se debe buscar la felicidad en tu pareja: la explicación de los psicólogos

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Las relaciones de pareja son una parte fundamental de nuestras vidas, pero depositar toda nuestra felicidad en ellas puede ser contraproducente. Si bien es cierto que una relación sana puede aportarnos amor, apoyo y crecimiento, es importante entender que la felicidad no debe depender exclusivamente de otra persona. Buscar la plenitud en una pareja puede generar expectativas poco realistas y una presión innecesaria, tanto para uno mismo como para la otra persona. Aprender a encontrar la felicidad de manera independiente nos permite tener una vida más equilibrada, satisfactoria y auténtica.

En lugar de centrar nuestra felicidad únicamente en la relación, debemos cultivar un sentido de bienestar interno basado en la autoaceptación y el autoconocimiento. Cada individuo tiene sus propias pasiones, metas y deseos que deben ser atendidos para sentirse realizado. Cuando dependemos demasiado de la pareja para sentirnos completos, corremos el riesgo de perder nuestra identidad y autonomía. El coach experto en PNL (Programación Neurolingüística) Oscar Cáceres plantea que una de las mayores trampas en las relaciones de pareja es precisamente esta idea: “tú me haces feliz”. Esta premisa parece inocente, pero en realidad esconde una gran carga emocional que puede afectar negativamente a ambos miembros de la relación de pareja. Además, depositar toda nuestra felicidad en esta relación puede hacer que ello se convierta en un campo de presión constante. La pareja puede sentirse agobiada por la responsabilidad de ser la única fuente de bienestar y satisfacción de su compañero. Esto no solo es irrealista, sino también poco saludable para ambos miembros de la relación.

Relaciones de pareja y felicidad

Necesidad versus amor

La idea de “necesitar” a otra persona para ser feliz está profundamente arraigada en muchos de nosotros. El amor verdadero no debería basarse en la carencia o el vacío, sino en la satisfacción mutua, el apoyo y el respeto. En una relación sana, el amor se basa en el deseo de compartir la vida con otra persona, pero no porque necesitemos cubrir un vacío o una carencia afectiva.

«Yo amo a alguien cuando yo soy capaz de decir, yo comparto mi vida contigo, aunque estés o no estés conmigo. Yo amo el que tú seas feliz», ejemplifica Oscar Cáceres. Cuando decimos “te necesito” en lugar de “te amo”, estamos diciendo que nuestra felicidad está ligada a la presencia de esa persona, lo cual refleja un apego emocional más que un amor genuino.

De esta manera, cuando decimos que necesitamos a nuestra pareja para ser felices, en realidad estamos reconociendo una dependencia emocional. El Instituto Europeo de Psicología Positiva la define como «la dependencia afectiva o sentimental que consiste en una serie de comportamientos adictivos que se dan en una relación interpersonal donde existe una asimetría en el rol que asume cada persona. La necesidad de afecto básica que todo ser humano necesita se convertirá en dependencia emocional cuando las conductas que desplegamos para satisfacerla sean patológicas y desproporcionadas».

El amor verdadero se basa en el bienestar del otro, sin expectativas egoístas ni condicionamientos. Cuando amamos de forma sana, deseamos lo mejor para la otra persona, incluso si eso significa que no estemos juntos siempre. «La necesidad está asociada a la carencia. El amor está asociado a la felicidad», sostiene Oscar Cáceres.

El apego y el miedo a la pérdida

A menudo, confundimos el apego con el amor, cuando en realidad son dos conceptos muy diferentes. El Centro Clínico de Atención Psicológica Área Humana comenta que el es como «un lazo afectivo especial que se genera con personas significativas del entorno. Este lazo afectivo es muy importante, porque influye sobre la construcción de nuestra personalidad, de nuestra forma de ser».

Asimismo, es una manifestación del miedo profundo a la pérdida y está asociado al ego, que busca aferrarse a lo que percibe como una fuente de bienestar o seguridad. En una relación de pareja, el apego puede manifestarse como un miedo irracional a la separación, el control excesivo o la dependencia emocional.

Cáceres, Coach experto, señala que “el apego es una app del ego”. El ego se alimenta de la idea de que necesitamos algo externo para estar completos, ya sea una persona, un objeto material o una situación concreta. Este es un concepto importante para reflexionar sobre cómo nos relacionamos con los demás.

¿Cómo encontrar el equilibrio?

 

 

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