Contenido
- 0.1 Si desbloqueas el móvil muchas veces en poco tiempo, tienes estos rasgos según la psicología
- 0.2 Ni blanco ni rojo: el color de ropa que nunca deben llevar los jubilados si no quieren parecer mayores
- 0.3 Si una persona te interrumpe constantemente al hablar es porque no tiene habilidades sociales, según los expertos
- 1 ¿Cuál es el hábito que deben tener los adultos mayores para crear lazos irrompibles con sus nietos?
- 2 ¿Cuáles son los beneficios de los lazos físicos entre abuelos y nietos?
- 3 Un beneficio mutuo, tanto para nietos como para los abuelos
La relación entre abuelos y nietos se diferencia de otras dinámicas familiares por su flexibilidad y ausencia de presión. Según diversos estudios, es un vínculo donde suele predominar la confianza, la escucha activa y el intercambio intergeneracional. Para los abuelos, crear lazos irrompibles con sus nietos no requiere grandes esfuerzos, sino pequeños gestos repetidos con constancia.
Y es que recordemos que los abuelos, con más tiempo y paciencia, se convierten en confidentes naturales de sus nietos. Pero detrás de esta cercanía hay un elemento esencial que no siempre se valora.
¿Cuál es el hábito que deben tener los adultos mayores para crear lazos irrompibles con sus nietos?
El hábito, normalizado por algunos y olvidados por otros, que sobre todo deben tener en cuenta los mayores de 60 años para crear lazos irrompibles con sus nietos, es nada más y nada menos que dar contacto físico afectivo.
Investigaciones en el campo de la neurociencia y la psicología han demostrado que gestos como abrazos, caricias suaves o simplemente tomar de la mano tienen un impacto directo sobre la seguridad emocional y el bienestar psicológico de los menores. Esta costumbre, lejos de ser una simple muestra de cariño, activa mecanismos cerebrales que fortalecen el vínculo afectivo.
Recordemos que, tal como lo explica un artículo de TED, los seres humanos están biológicamente diseñados para responder al contacto. En la piel existen fibras nerviosas especializadas (denominadas CT afferents) que reaccionan de forma específica al tacto cálido y suave, como un abrazo. Estas fibras no sólo informan al cerebro del contacto físico, sino que activan zonas vinculadas con la identidad social y la seguridad emocional.
Helena Wasling, neurocientífica de la Universidad de Gotemburgo, ha estudiado durante más de una década este sistema de respuesta táctil. En sus investigaciones, destaca que estos estímulos activan áreas del cerebro relacionadas con el equilibrio emocional y la sensación de pertenencia. Un gesto tan cotidiano como acariciar suavemente el brazo de un nieto puede generar en él una respuesta emocional positiva inmediata.
¿Cuáles son los beneficios de los lazos físicos entre abuelos y nietos?
La psicóloga Sara Moorman, en una investigación para el Instituto de Envejecimiento de la Universidad de Boston, confirmó que los abuelos que mantienen una relación cercana con sus nietos experimentan menos síntomas depresivos. En el estudio, que analizó a más de 700 personas de ambas generaciones, se observaron tres factores clave en esta conexión:
- Solidaridad afectiva: presencia emocional constante a través de gestos cotidianos.
- Cercanía emocional: construcción de confianza mediante muestras físicas de afecto.
- Apoyo tangible: no sólo en lo económico o doméstico, sino también en lo emocional.
La conclusión del equipo investigador fue clara: los abuelos continúan siendo un recurso emocional valioso para sus nietos, incluso en la edad adulta. Y estos lazos, cuando se sostienen mediante interacciones cotidianas afectivas, tienden a perdurar en el tiempo.
Un beneficio mutuo, tanto para nietos como para los abuelos
Gabriela Aldana González, jefa de carrera en Desarrollo Comunitario para el Envejecimiento en la FES Zaragoza, refuerza esta visión en declaraciones a un artículo de la revista UNAM. Asegura que el vínculo abuelo-nieto se nutre de la experiencia vital de los mayores y la curiosidad natural de los jóvenes.
Este intercambio no es unilateral: los adultos mayores también se ven beneficiados al verse desafiados por la vitalidad de sus nietos.
Entre los beneficios más destacados por Aldana González se encuentran:
- Los abuelos se mantienen activos al estar en constante aprendizaje para conectar con sus nietos.
- Los nietos adquieren una visión más amplia del mundo gracias al relato de vivencias pasadas.
- Se genera un intercambio de saberes, donde ambos se enriquecen emocional e intelectualmente.
A pesar de los beneficios emocionales y sociales, los expertos advierten sobre los riesgos de una implicación excesiva. La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha señalado que cuando los abuelos asumen un rol central en el cuidado diario de los nietos, pueden experimentar estrés, fatiga y descuido de su propia salud.
Gabriela Aldana lo detalla así: “Los abuelos tienen sus propios proyectos y responsabilidades. Si, además, deben cuidar diariamente a los nietos, pueden ver afectada su salud física y emocional”. El equilibrio es esencial. Mostrar afecto físico diario no implica asumir una carga que sobrepase los límites personales.