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La felicidad es una de las metas más universales que todos perseguimos en la vida, pero ¿cómo podemos alcanzarla de manera constante y duradera? Para algunos, la felicidad está vinculada a la realización de metas y logros, mientras que, para otros, se encuentra en momentos simples de disfrute y conexión con los demás. La búsqueda de la felicidad es tan antigua como la humanidad misma y, aunque cada persona la experimenta de forma distinta, los expertos coinciden en que hay ciertas prácticas que pueden aumentar nuestro bienestar general.
Según un estudio de Frontiers in Psychology, la felicidad «se basa en la consecución de un placer inmediato, en la ausencia de afectos negativos y en un alto grado de satisfacción con la propia vida. En este punto de vista, los individuos parecen centrarse más en el funcionamiento psicológico óptimo, vivir una vida profundamente satisfactoria y actualizar su propio potencial, crecimiento personal y un sentido de autonomía». La investigación afirma que las personas desean muchas cosas valiosas en su vida, pero, más que cualquier otra cosa, desean la felicidad. En este sentido, aunque es subjetiva y puede significar cosas distintas para cada persona, se asocia comúnmente con la realización de metas, el disfrute de momentos placenteros y la sensación de conexión con los demás. La clave está en encontrar un equilibrio entre las diferentes áreas de la vida y enfocarnos en lo que realmente aporta bienestar. Te damos consejos, según expertos, para ayudarte a aumentar tu nivel de bienestar subjetivo.
¿Cuál es el secreto de la felicidad, según experto?
El científico Arthur Brooks, catedrático de liderazgo en la Harvard Kennedy School y profesor de la Harvard Business School, dio a conocer los diversos secretos de la felicidad en el programa Col.lapse, de TV3. «Para ser feliz debes intentar no ser las personas que eras hace 20 años, busca el futuro, no el pasado».
Brooks da más consejos como «no continuar poniendo cosas en tu vida, al principio quieres más, siempre más, pero la satisfacción en la vida no es tener más es querer menos». Luego comentó que somos como árboles y la gente con mucho éxito quiere presentarse bonita, con muchas hojas «pero debes preocuparte de las raíces, todos los árboles tienen las raíces conectadas. Es importante cultivar las relaciones , y cada vez más, porque al final no tienes éxito profesional sólo tienes las relaciones, en el último día de tu vida sólo tienes el amor, y si no tienes amor, no tienes nada».
Establece metas claras y alcanzables
Tener metas claras en la vida es un factor clave para la felicidad. Las personas que se sienten motivadas por objetivos personales experimentan una mayor sensación de propósito y satisfacción.
Sin embargo, es importante que estas metas sean alcanzables y alineadas con tus valores. Metas poco realistas o impuestas por la presión externa pueden generar frustración y ansiedad.
Para ser más felices, comienza con objetivos pequeños y alcanzables. Pueden ser metas relacionadas con el trabajo, la salud, el aprendizaje o incluso con hobbies personales. A medida que logras estos objetivos, experimentas un refuerzo positivo que te motiva a continuar. Esto no solo te ayuda a sentirte más productivo, sino también más satisfecho con tu vida.
Haz ejercicio regularmente
El ejercicio físico no solo beneficia la salud del cuerpo, sino que también tiene un impacto directo en nuestra felicidad. La Universidad de Harvard afirma que «el aire fresco y el ejercicio son una combinación muy eficaz para mejorar el estado de ánimo. Caminar, andar en bicicleta, correr y otras actividades aeróbicas liberan hormonas que mejoran el estado de ánimo y pueden reducir el estrés y brindar una sensación de bienestar».
El ejercicio regular estimula la producción de endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad», que reducen además la ansiedad.
Lo importante es encontrar una actividad que disfrutes y que puedas incorporar en tu rutina diaria. El ejercicio no solo mejora tu bienestar físico, sino que también te proporciona una sensación de logro y aumenta la autoestima. Como hay tantas actividades y disciplinas, seguro que encuentras la tuya, sea andar, nadar, bailar, hacer esfuerzos algo más importantes y continuados…
Ejercita el agradecimiento para la felicidad
Uno de los hábitos más sencillos y efectivos para aumentar la felicidad es practicar la gratitud. Las personas que dedican tiempo a reflexionar sobre lo que agradecen tienden a ser más felices, a sentirse menos estresadas y a tener una mejor salud mental.
La gratitud nos ayuda a enfocarnos en lo positivo y nos permite apreciar lo que tenemos en lugar de centrarnos en lo que nos falta. Y es algo que suelen hacer los empáticos.
Según un estudio del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, «aunque los individuos pueden estar predispuestos a adaptarse a experiencias de vida positivas con relativa rapidez, participar en actividades que aumentan la felicidad (como comprometerse con objetivos importantes, meditar, actuar con amabilidad hacia los demás, pensar de manera optimista o expresar gratitud) tiene el potencial de mejorar los niveles de felicidad durante períodos significativos de tiempo».
Fomenta relaciones positivas
Las relaciones positivas nos ofrecen un espacio para compartir nuestras emociones, recibir apoyo en momentos difíciles y disfrutar de la compañía de otras personas. Invertir tiempo en fortalecer estas relaciones, a través de llamadas, encuentros o actividades en común, puede aumentar tu nivel de satisfacción personal.
Tal como decía el científico, las relaciones y el amor son lo importante en la vida, y el éxito profesional, por ejemplo, se queda en nada, en los momentos importantes de nuestra vida.
Además, compartir momentos de alegría y celebrar los logros de los demás también fomenta una mayor conexión y felicidad mutua. No se trata de tener una red social extensa, sino de cultivar vínculos profundos con amigos, familiares o incluso compañeros de trabajo.
La búsqueda de la felicidad va a seguir siendo clave para los humanos, pero en las pequeñas cosas encontramos ese bienestar que todos queremos. Realmente no es tan complicado, y cultivarlo a diario hace que estemos mucho mejor con nosotros mismos y con los demás.