Cualquiera de estas 9 frases te hace ser un mal jefe (y seguro que has dicho varias a lo largo de tu vida)

La diferencia entre un líder y uno que no lo es también se refleja en la forma de comunicarse

Jefe.

Jefe.

Ser jefe no es una tarea sencilla. Hace falta carácter, equilibrio y visión, todo a la vez, sin perder el control. Implica responsabilidad, criterio, coherencia y, sobre todo, saber tratar con personas. Y es ahí donde más fallan muchos. No por falta de preparación técnica, sino por su forma de comunicarse.

El trato diario con el equipo revela más que cualquier informe de desempeño. Una sola frase desafortunada puede echar atrás semanas de trabajo bien hecho, generar tensión innecesaria o, directamente, provocar que alguien se plantee renunciar. Por eso es crucial tenerlo en mente.

Estas son las 9 frases que te delatan como un mal jefe

Puede que creas que es «sólo una forma de hablar», pero hay expresiones que no se deberían decir jamás en un entorno laboral. Si alguna vez has pronunciado alguna de estas frases, necesitas revisar tu forma de liderar.

1. ¿Es que no haces nada bien?

Este puede ser uno de los peores reproches. No es constructivo, no corrige, no ayuda. Sólo genera inseguridad. La realidad es que, si hay errores, se analizan. Y si hay que corregir, se hace desde el respeto. No hace falta humillar para que las cosas salgan bien.

2. Que sea la última vez que…

El tono amenazante no inspira respeto, sino miedo. Y trabajar con miedo no es trabajar, es sobrevivir. Un equipo que actúa bajo presión constante no rinde, se quema. En vez de amenazar, es más útil abrir la puerta al diálogo: dejar claro lo que no puede volver a pasar, pero también cómo se puede evitar.

3. Tienes suerte de trabajar aquí

La realidad es que, si alguien tuviera suerte de trabajar contigo, no tendrías que recordárselo. Esa frase transmite soberbia y una desconexión total con la realidad del equipo.

4. No es mi problema

Cuando algo falla, lo último que un empleado necesita es un jefe que se desentiende. No se trata de justificar excusas, pero sí de entender el contexto. Liderar también es acompañar.

5. Para eso te pago

Hay pocas formas más torpes de dejar claro que no valoras a la persona. El salario no justifica todo, y desde luego no justifica el desprecio. El respeto no se compra, se gana.

6. Tenemos que recortar gastos

Si vas a decir esto, hay que argumentarlo bien. Porque si lo sueltas un lunes y el viernes apareces con móvil nuevo y zapatillas de edición limitada, el mensaje pierde fuerza y credibilidad. Puedes decir lo mismo, pero con contexto, transparencia y coherencia. No es lo que dices, es cómo lo sostienes.

7. Así se han hecho siempre las cosas

Frase comodín de los jefes que se quedaron atrás. Si alguien del equipo propone una idea diferente, escúchala. Aunque luego no funcione, lo importante es que sientan que pueden aportar.

8. No te pago por pensar, sino por hacer

Un clásico que mata la innovación. Quien repite esta frase prefiere robots antes que personas. Si quieres un equipo que sume, fomenta que piensen, que propongan, que se equivoquen incluso.

9. No lo entregues hasta que lo hagas bien

Otra forma de despreciar sin decirlo directamente. Lo peor es que muchas veces se acompaña de gestos humillantes. Si algo está mal, explícalo con claridad. Lo que necesitas es mejorar el resultado, no hundir a quien lo hizo.

Al final, ser un mejor jefe no exige cambios drásticos, sino entender en qué se falla y mejorar poco a poco. Estas frases, destacadas por RevistaEYN.com, pueden servir como punto de partida para reflexionar y tomar mejores decisiones.

Salir de la versión móvil