Cómo saber si tu madre ha sido una persona tóxica contigo: las señales que lo confirman, según los expertos

Cómo saber si tu madre ha sido una persona tóxica contigo: las señales que lo confirman, según los expertos

Las relaciones familiares son fundamentales para el desarrollo emocional de los hijos. Sin embargo, en algunos casos, el vínculo madre-hijo puede verse afectado por comportamientos tóxicos que perjudican la salud mental y emocional de los involucrados. Una madre tóxica es aquella que, en lugar de ofrecer apoyo, amor incondicional y un ambiente seguro, actúa de manera perjudicial, controladora o manipuladora. Esta relación disfuncional puede tener efectos duraderos en la autoestima, la confianza y el bienestar emocional de sus hijos. Y mucho más a medida que éstos se hacen mayores.

El Centro Psicológico Cecilia Cores explica que «una madre tóxica es aquella que es capaz de generar malestar continuo en su hijo. Nunca tienen en cuenta las necesidades de sus hijos, ni se ponen en su lugar. Son personas egoístas que solo buscan su propio beneficio. Puede sonar duro o triste, pero es conveniente evitar negar esta situación o maquillarla con algún tipo de justificación». Las características de las personas que acaban teniendo comportamientos tóxicos incluyen actitudes controladoras, manipuladoras o críticas. En lugar de ofrecer apoyo y amor incondicional, este tipo de madre tiende a invalidar las emociones de sus hijos, hacer comparaciones destructivas o ejercer una influencia excesiva sobre sus decisiones. Un comportamiento común es la sobreprotección, donde la madre impide que su hijo desarrolle autonomía o independencia.

¿Qué caracteriza a una madre tóxica?

Como consecuencia, esto crea una relación disfuncional que puede afectar la capacidad de los hijos para formar vínculos saludables en la edad adulta, ya que las experiencias emocionales tempranas juegan un papel destacado en el desarrollo de su autoestima

Las madres tóxicas suelen presentar ciertas conductas que pueden ser perjudiciales para el desarrollo emocional de sus hijos. Alguna de ellas:

Manipulación

Estas personas suelen utilizar la manipulación emocional como una forma de obtener lo que quieren. Pueden hacer sentir culpables a sus hijos/as por no cumplir con sus expectativas, o incluso hacerles creer que son responsables de la felicidad de su madre.

En este sentido, Amparo Calandín Psicólogos afirma que «estas madres suelen colocarse el papel de víctima para generar sentimientos de culpa en su hijo. Principalmente cuando éstos, como adultos, empiezan a tomar sus propias decisiones de manera independiente». Esto puede llevar a la confusión y ansiedad en la persona afectada.

Control

Una madre tóxica busca constantemente tener el control sobre la vida de su hijo. Esto puede incluir la imposición de opiniones, metas y elecciones, sin respetar los deseos o intereses del hijo.

Crítica

«Los comentarios despectivos pueden ir desde criticar lo que pediste para el almuerzo hasta cómo crías a tu propio hijo, y pueden centrarse en quién eres como persona o en las decisiones saludables que has tomado en tu vida», explica Rachel Ann Dine , consejera clínica profesional autorizada, en BestLife.

En lugar de ofrecer y dar amor incondicional, como la gran parte de las madres, una madre tóxica puede estar constantemente criticando a su hijo, desde su apariencia hasta sus decisiones. Esta constante crítica hiere la autoestima y hace que la persona se sienta insuficiente o incapaz.

Descalificación

Las madres tóxicas a menudo minimizan los logros de sus hijos o incluso los descalifican, no mostrando orgullo ni alegría por sus éxitos.

Esto puede hacer que el hijo se sienta invisible y que nunca sea suficiente para su madre.

Falta de límites

Una madre que no hace bien a sus hijos no respeta los límites, ya sea en el ámbito emocional o físico. Se espera que sus progenitores siempre estén disponibles para ella, incluso a costa de sus propios intereses y bienestar.

Actitudes de una madre tóxica

Celos o rivalidad

En lugar de mostrar orgullo por los logros de su hijo, una madre tóxica puede sentirse celosa o competitiva. Esto no es nada bueno porque los niños pueden detectarlo al paso del tiempo.

Victimización constan

Una madre tóxica puede hacer que todo gire en torno a su sufrimiento y sus problemas, sin tener en cuenta las necesidades de su hijo. A menudo se presenta como una víctima, buscando la simpatía y el apoyo de los progenitores.

Control sobre la vida social

En este caso, las personas que se consideran tóxicas pueden tratar de aislar a sus hijos de amigos y familiares, controlando sus relaciones y dictando con quién puede o no interactuar.

Consejos para evitar un vínculo tóxico con tu madre

Si bien cortar vínculos con una madre tóxica no siempre es una opción, existen estrategias que puedes emplear para proteger tu bienestar emocional y establecer límites saludables. De hecho, ciertos especialistas abogan por la separación y marcar distancia para no sufrir más. Alguno de ellos:

Practicar el autocuidado

Dedica tiempo a cuidar de ti mismo. La autoaceptación y el autocuidado son esenciales para sanar y fortalecer tu bienestar emocional.

Establecer límites

Es fundamental establecer límites con una madre tóxica. Esto incluye definir lo que estás dispuesto a poder aceptar y lo que no.

Buscar apoyo emocional

Hablar con un terapeuta puede ser una herramienta muy útil para procesar los efectos emocionales de una madre tóxica. Ellos pueden ayudarte a fortalecer tu autoestima y enseñarte estrategias para controlar y gestionar bien las interacciones difíciles.

Aceptar la responsabilidad de tu vida

Es importante recordar que no eres responsable de la felicidad de tu madre ni de su bienestar emocional. Liberarte de esta carga es crucial para tener una vida equilibrada y saludable. Reconocer que tienes derecho a tomar tus propias decisiones te permitirá romper el ciclo tóxico.

Distanciamiento

Si después de intentar establecer límites y buscar ayuda, el vínculo con tu madre sigue siendo dañino, considera la opción de tomar distancia emocional o incluso física si es necesario.

A veces, y tal como establecen muchos especialistas, la mejor manera de protegerse es poner distancia y priorizar tu salud mental.

Entender y valorar el vínculo existente entre madres e hijos puede marcar la diferencia en el desarrollo emocional de los niños, construyendo relaciones familiares más fuertes y saludables.

Las relaciones sociales también ofrecen un espacio donde podemos ser auténticos, y esto mantiene a raya la buena salud emocional.

 

 

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