Qué significa tener el móvil en silencio y no mirarlo mientras se habla con alguien, según la psicología

Psicología

Qué significa tener el móvil en silencio y no mirarlo mientras se habla con alguien, según la psicología

En la era de la hiper conectividad, donde los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta de uso permanente para actividades laborales, educativas y recreativas, resulta casi inusual encontrar personas que mantienen la atención plena durante una conversación cara a cara. Por lo general, en una reunión familiar o entre amigos, la escena habitual es que alguien habla mientras el otro responde con monosílabos, sin despegar los ojos de la pantalla. Sin embargo, hay un perfil de personas que destaca precisamente, por lo contrario: aquellos tienen el móvil en silencio y no lo miran mientras interactúan con otros. La presencia atenta y consciente en el encuentro se destaca porque resulta una profunda manifestación de respeto, empatía y madurez emocional.

Ser capaz de apartar el teléfono móvil durante una conversación no solo es una muestra de educación, sino también un indicador de estabilidad emocional, autocontrol y habilidades sociales. En un mundo en el que la atención se ha convertido en un bien escaso, quienes se concentran plenamente en el otro están ofreciendo un recurso cada vez más valioso: su presencia. Hay especialistas que indican que la calidad de nuestras interacciones personales está directamente relacionada con nuestra salud mental y bienestar. Según un informe del Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP), la escucha activa y la atención plena mejoran las relaciones interpersonales, fortalecen la empatía y fomentan la cooperación. «Las personas que no interrumpen el contacto visual para revisar notificaciones demuestran una disposición consciente hacia el otro, lo que se traduce en mayor confianza, cercanía emocional y reciprocidad», mencionan. A su vez, destacan que dicho comportamiento también habla de un control saludable de los impulsos, ya que resistirse a mirar el móvil requiere, en muchos casos, una decisión deliberada de priorizar lo humano por encima de lo digital.

Cómo son quienes tienen el móvil en silencio

La atención plena y la autorregulación emocional

Las personas que evitan mirar su móvil mientras tienen una conversación suelen tener un rasgo en común: la autorregulación emocional. Es una capacidad que les permite controlar sus impulsos, posponer recompensas inmediatas y tomar decisiones basadas en valores.

Desde el IEPP explican que este grupo de personas no se deja arrastrar por la ansiedad de contestar cada mensaje al instante ni sienten la necesidad constante de estar “en línea” porque optan por el contacto real y directo. Según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), el uso compulsivo del móvil está vinculado con síntomas de ansiedad, déficit de atención y deterioro en las relaciones sociales.

“La elección consciente de no mirar el móvil es también una forma de cuidar la salud mental propia y la calidad del vínculo con el otro”, explican. A su vez, indican que esta práctica requiere atención plena, o mindfulness, una competencia que ha cobrado fuerza en los últimos años como herramienta para reducir el estrés y aumentar la calidad de vida.

El Centro de Investigación de Mindfulness de la Universidad de Oxford especifica que practicar la atención plena mejora la concentración, reduce los niveles de cortisol y favorece las interacciones positivas. “Las personas presentes, en el sentido pleno del término, suelen ser también más resilientes, empáticas y asertivas”, sostienen.

Personas empáticas y con gran desarrollo de habilidades sociales

Otra característica común entre quienes no usan el móvil mientras hablan es la empatía. Escuchar sin interrupciones y sin distracciones es una forma de validar al otro. En ese sentido, implica reconocer su presencia y darle el espacio que merece. Se trata de una actitud que muestra una alta capacidad de ponerse en el lugar del otro, una habilidad fundamental para la vida social y profesional.

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de España considera que mirar el móvil durante una conversación disminuye la calidad del vínculo. Además, las personas que evitan usar el dispositivo durante una reunión suelen tener relaciones más estables y satisfactorias.

«Logran dominar habilidades como la escucha activa, la comunicación no verbal y el respeto por los turnos de habla. Todo ello fortalece su imagen social y favorece entornos de confianza. Son personas que, sin decirlo, comunican que el otro importa», afirman.

Los valores personales y la autenticidad

Otras características que presentan las personas que evitan usar el móvil en situaciones sociales es el respeto, la autenticidad y la coherencia interna. No se trata solamente de una cuestión de modales, sino de prioridades.

«Estas personas valoran el momento presente y la conexión humana, entendiendo que una conversación cara a cara no se repite ni se sustituye», comentan desde el CIS. Al no sucumbir a la necesidad de estar disponibles para todos todo el tiempo, también demuestran una gran gestión del tiempo y de los límites personales.

Además, suelen mostrar coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. Si defienden la importancia de las relaciones humanas, lo demuestran con actos pequeños pero significativos, como dejar el móvil a un lado.

 

 

Salir de la versión móvil