Ni reírse ni tocarse el pelo: el sencillo gesto que revela si alguien está realmente cómodo contigo

Mostrar las manos con naturalidad revela comodidad, apertura y sinceridad según los expertos de comunicación no verbal

Gesto, psicología, curiosidades, lenguaje corporal

Dos personas riéndose.

Entender los gestos del lenguaje corporal es clave para interpretar las emociones adecuadamente Las palabras pueden ser pensadas y elegidas convenientemente. No obstante, nuestro cuerpo revela de manera inconsciente cómo nos sentimos realmente.

Las manos actúan como un espejo de nuestras emociones. Un simple gesto puede indicar con claridad el nivel de comodidad que una persona experimenta a tu lado. ¿Quieres saber de cuál se trata?

Éste es el gesto que revela comodidad y confianza

Dentro de la comunicación no verbal, la acción de mantener las manos visibles, especialmente con las palmas expuestas, destaca como un potente símbolo de apertura y honestidad. Según afirma la experta en comunicación Teresa Baró en La mente es maravillosa, cuando las manos se mueven a la altura del pecho de forma natural acompañando el discurso, se proyecta una imagen de sinceridad y transparencia. Este gesto sugiere que la persona no tiene nada que ocultar y se siente segura en la interacción.

Edward Pinilla, periodista y coach de comunicación, afirma que esconder las manos, ya sea en los bolsillos o detrás de la espalda, puede generar una percepción de desconfianza. La naturalidad en el movimiento de las manos y su visibilidad son claros indicadores de una actitud abierta y de una disposición sincera hacia esa persona.

Otros movimientos de las manos y su significado en la comunicación

Además de mostrar las manos, hay otros gestos que ofrecen pistas valiosas sobre el estado emocional de una persona. Por ejemplo, cerrar los puños puede transmitir hostilidad o resistencia, mientras que señalar con el dedo es interpretado como un gesto de imposición o autoridad, tal como señala el experto Sebastián Lora.

Tocarse la cara durante una conversación suele relacionarse con inseguridad, duda o incluso un intento inconsciente de ocultar información, según Allan y Bárbara Pease. Asimismo, mantener las palmas hacia abajo puede reflejar una actitud dominante o de control, mientras que frotarse las manos indica nerviosismo o ansiedad. Cada uno de estos gestos complementa o contradice el mensaje verbal, aportando matices importantes a la interpretación de la comunicación.

La importancia de las manos en la comunicación no verbal

Las manos no sólo reflejan estados emocionales. También cumplen funciones clave en la transmisión de mensajes. Sirven para señalar, describir conceptos, enfatizar ideas y estructurar el discurso. A través de gestos sencillos, como enumerar con los dedos o pedir silencio con una señal, se refuerza el contenido verbal y se facilita su comprensión.

Además, las manos transmiten emociones de manera inmediata: alegría, nerviosismo, enfado o serenidad pueden ser detectados a través de un simple movimiento. Como subraya Peter Drucker, muchas veces, «lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice». Y en este lenguaje no verbal, las manos son protagonistas indiscutibles.

Comprender estos pequeños detalles del lenguaje corporal puede mejorar nuestras relaciones personales. Por último, hay que destacar que saber interpretar estos gestos nos ayuda a comunicarnos de manera más efectiva en cualquier entorno. Sin dudas, los buenos oradores utilizan sus manos adecuadamente en sus discursos para generar una mayor confianza entre todos sus oyentes.

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