Ni matemáticas ni inglés: la actividad extraescolar que agudiza la mente de los niños y se ignora en España

La narración y juegos de rol fomentan la creatividad, la empatía y el pensamiento crítico en los niños

Actividad extraescolar, niños, psicología

Niños en clases extraescolares.

Cuando pensamos en cómo ayudar a los niños a desarrollar su inteligencia, solemos centrarnos en actividades clásicas como las matemáticas, la física, el deporte o la música.

Pero hay una opción que, aunque es menos conocida, tiene un enorme potencial y rara vez se tiene en cuenta. Se trata de una herramienta poderosa para fortalecer la imaginación, el lenguaje y la inteligencia emocional, aspectos clave que muchas veces no se trabajan lo suficiente en el entorno escolar.

Ésta es la actividad extraescolar que estimula la mente infantil y pasa desapercibida

La narración de cuentos junto con el juego de roles es una herramienta que impulsa el desarrollo del lenguaje, la creatividad y la empatía. A través de la construcción de historias y la representación de personajes, los niños amplían su vocabulario, aprenden a estructurar relatos y comprenden distintas perspectivas.

Esta capacidad de ponerse en el lugar del otro resulta fundamental para fortalecer la inteligencia emocional y social. Además, esta actividad estimula la memoria y activa la imaginación.

Recordar secuencias, describir entornos y mantener coherencia narrativa ejercita el cerebro de forma integral. Según destaca NHVPS (escuela pública National Hill) fomentar este tipo de prácticas desde edades tempranas puede brindar experiencias divertidas y educativas que mejoran el desarrollo cognitivo de tu hijo.

Otras actividades para mejorar la concentración y el pensamiento estratégico

Los juegos de mesa y rompecabezas son recursos educativos altamente eficaces. Actividades como Scrabble, Sudoku o juegos de memoria estimulan la resolución de problemas, el razonamiento lógico y la planificación.

Estos juegos entrenan habilidades cognitivas complejas, a la vez que fomentan la paciencia y la colaboración entre iguales. Estos ejercicios se convierten en una herramienta de aprendizaje natural y divertida que, sin presión, fortalece áreas clave del desarrollo mental infantil.

Por otro lado, las actividades al aire libre, como búsquedas del tesoro o juegos de exploración, estimulan la observación, la curiosidad y el análisis. Al interactuar con su entorno, los niños desarrollan su pensamiento crítico, mejoran la atención al detalle y aprenden a categorizar elementos. Este tipo de experiencias multisensoriales fomentan el vínculo con la naturaleza y convierten un paseo en una oportunidad educativa valiosa.

Otra actividad a destacar es la cocina. Es un entorno ideal para trabajar funciones ejecutivas. Medir ingredientes, seguir pasos y respetar tiempos impulsa la organización mental, la memoria operativa y la atención sostenida. Todo ello, en un contexto cotidiano y estimulante.

Por su parte, los proyectos de construcción (ya sea con bloques, kits o materiales reciclados) desarrollan la percepción espacial, la motricidad fina y la creatividad. Estas actividades enseñan a los niños a formular hipótesis, resolver problemas y entender causas y efectos de manera práctica.

Deportes y desarrollo cognitivo en niños: beneficios de la actividad física para la mente

El movimiento es también parte del entrenamiento mental. Deportes colectivos, yoga o artes marciales mejoran la concentración, la disciplina y la gestión del tiempo. Además, el ejercicio físico ayuda a reducir el estrés y potencia el bienestar general.

Incluir este tipo de actividades complementarias en la rutina infantil permite formar mentes ágiles, resilientes y preparadas para un entorno cada vez más cambiante.

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