Contenido
Los test psicológicos de percepción suelen basarse en figuras ambiguas que permiten diferentes interpretaciones. El cerebro procesa en primer lugar aquello con lo que más se identifica, y a partir de ahí es posible inferir rasgos de la personalidad. En este caso, la propuesta consiste en mirar una ilustración sencilla y registrar cuál es el primer elemento que se reconoce. A modo lúdico, esto podría determinar si eres o no una persona infiel.
Este test psicológico no pretende ser un diagnóstico profesional, sino una herramienta de entretenimiento que puede ofrecer pistas sobre el comportamiento en las relaciones sentimentales.
Lo primero que veas en esta imagen determinará si eres una persona infiel
La clave de la prueba está en la figura que se detecta al primer vistazo, ya que cada elección está asociada con un determinado perfil de fidelidad en las personas. A continuación, va la imagen del test:
Si lo primero que viste fueron aves…
Quienes distinguen primero a las aves tienden a valorar el romanticismo y las conexiones emocionales profundas. No obstante, esta visión también implica la creencia en el destino como un factor decisivo. De este modo, si aparece alguien que despierta una fuerte atracción en medio de una relación estable, la tentación puede resultar difícil de controlar.
Esto no significa que la infidelidad sea una certeza, pero sí que la persona se encuentra más abierta a la idea de que los vínculos pueden transformarse por motivos externos. La posibilidad de convertirse en una persona infiel dependerá de cómo gestione esas emociones y de la importancia que otorgue al compromiso previo.
Si lo primero que viste fueron árboles…
Detectar primero los árboles revela una personalidad que se caracteriza por la firmeza en las decisiones. Estas personas suelen rechazar de manera categórica la idea de ser infieles y se mantienen fieles incluso en contextos de dificultad. La fidelidad, en este caso, se entiende como un principio que no se negocia.
Sin embargo, este rasgo también puede derivar en rigidez. La negativa a romper con una relación que ya no genera bienestar puede generar un estancamiento. En ese escenario, aunque la persona no sea infiel, la falta de cambios puede resultar igualmente dañina para la vida en pareja. La tendencia muestra que no siempre la ausencia de infidelidad implica satisfacción sentimental.
Si lo primero que viste fueron cabañas…
Al observar primero las cabañas, el perfil sugiere una predisposición a la infidelidad recurrente. Se trata de individuos que suelen experimentar atracción por varias personas a la vez y que, en ocasiones, no comparten esta inclinación con sus parejas. En consecuencia, la probabilidad de convertirse en una persona infiel es elevada.
Este comportamiento no suele responder a una planificación consciente, sino a impulsos que se repiten con frecuencia. Sin embargo, iniciar una relación bajo este patrón genera conflictos inevitables. La falta de honestidad impide la construcción de un vínculo sólido. Una alternativa posible es establecer acuerdos más abiertos desde el inicio, para evitar el engaño y afrontar de manera clara las necesidades afectivas.
Si lo primero que viste fue un elefante…
Quienes reconocen primero al elefante presentan un historial de experiencias que marcan sus relaciones. Este perfil corresponde a individuos que, en algún momento, han atravesado una situación de infidelidad, pero que tras comprender el daño ocasionado, deciden no repetirlo. La vivencia previa se convierte en un aprendizaje que reduce de manera significativa la probabilidad de volver a ser una persona infiel.
La fidelidad, en este caso, no proviene de una convicción inicial, sino de una experiencia concreta. La memoria del sufrimiento causado o recibido se transforma en una advertencia constante, lo que refuerza la idea de que mantener la confianza es la mejor estrategia para preservar la relación.
Los test psicológicos visuales forman parte de un fenómeno que circula en internet bajo el formato de retos virales. Estas dinámicas consisten en identificar elementos ocultos en ilustraciones o responder acertijos que permiten reflexionar de manera lúdica sobre aspectos de la personalidad.
Aunque no poseen validez clínica, su popularidad reside en la facilidad con que logran captar la atención y en la curiosidad que despiertan. Al vincularse con temas como la fidelidad y la posibilidad de ser una persona infiel, refuerzan el interés de quienes buscan descubrir más sobre su manera de relacionarse.