Contenido
- 0.1 Ni crucigramas ni ajedrez: el mejor ejercicio para que los jubilados de más de 65 activen su memoria
- 0.2 Si necesitas revisar el correo electrónico continuamente es por esto: lo dice la psicología
- 0.3 Si tocas el pito cada vez que estás enfadado en el coche es por esto: lo dice la psicología
- 1 La psicología estudia por qué nos rascamos la cabeza: un gesto espontáneo de inseguridad
- 2 ¿Rascarse la cabeza es un síntoma de que está mintiendo? Los psicólogos responden
- 3 Una explicación psicológica de rascarse la cabeza al hablar en entornos informales
Los pequeños gestos que realizamos durante una conversación pueden decir más sobre nuestra personalidad y estado de ánimo que la propia comunicación oral. Por ello, la psicología ha dado mucha importancia a cómo colocamos las manos al hablar. En muchas ocasiones nuestros dedos acaban en la cabeza.
El gesto de rascarse la parte trasera de la cabeza al hablar se ha asociado tradicionalmente a la duda, pero los psicólogos han profundizado en ello y han matizado esa explicación.
No sólo es una expresión de incertidumbre, sino que muchas personas han adquirido ese hábito cuando están en contextos que no le gustan o que le hacen perder la confianza en sí misma.
La psicología estudia por qué nos rascamos la cabeza: un gesto espontáneo de inseguridad
Rascarse la nuca en una conversación no es un gesto casual, aunque lo hagamos de forma inconsciente. Según la psicología este comportamiento está asociado a la inseguridad, la incomodidad y la duda.
Es muy habitual encontrarlo en personas que no acaban de estar seguras de lo que están diciendo, que creen que les están mintiendo o que no consiguen sentirse cómodas durante la charla.
Si alguien se rasca la nuca cuando habla contigo compulsivamente también es posible que quiera abandonar la charla. Es una forma inconsciente de canalizar esas ansias de moverse del sitio cuando por algún motivo no pueden hacerlo.
El contexto donde ocurre también es muy importante. Si lo ves en una conversación laboral o en una reunión importante lo puedes interpretar como una señal de falta de confianza. En el caso del ámbito personal es más probable que alguien se sienta presionado o cuestionado al hablar.
Es decir, en todos los casos rascarse la parte trasera de la cabeza es un intento del cerebro de lograr un escape físico cuando necesita liberar tensión, pero no puede expresarlo con palabras.
¿Rascarse la cabeza es un síntoma de que está mintiendo? Los psicólogos responden
El gesto de rascarse la parte trasera de la cabeza se ha asociado a la gente que está mintiendo, ya que está vinculado con la duda y la falta de confianza. Dos sentimientos que tendría cualquier persona normal que no esté diciendo la verdad.
Sin embargo, esto no tiene por qué cumplirse siempre. A veces puede que simplemente esté intentando justificar una decisión complicada, no esté segura del argumento que está respondiendo o que tenga que responder una pregunta muy difícil.
En ocasiones te encontrarás personas que se rasquen la cabeza cuando mienten, pero sólo es una reacción corporal automática ante una situación de gran tensión o un pensamiento que les genera dudas internas.
Por ejemplo, un jefe que se rasca la cabeza cuando despide a un empleado no está mintiéndole, simplemente está nervioso ante una situación desagradable. O ese mismo trabajador podría hacer el mismo gesto cuando vaya a pedir un aumento de sueldo, ya que la situación le genera incertidumbre.
Una explicación psicológica de rascarse la cabeza al hablar en entornos informales
Rascarse la nuca al hablar no sólo ocurre en entornos laborales, sino que también lo puedes percibir en conversaciones informales con familia o amigos. O sea en contextos donde no tendría que haber tanta presión.
En estos casos la psicología lo ha asociado con la pura incomodidad social. Si lo percibes tienes que ponerte en los zapatos de la otra persona para entender por qué ocurre. No es lo mismo que estéis hablando sobre la última película que visteis que sobre su ruptura.
En estas circunstancias es una válvula de escape emocional para manejar el malestar que les provoca la conversación sin huir de ella. Viéndolo desde el punto de vista positivo, puedes interpretarlo como un esfuerzo para comunicarse contigo.