Contenido
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- 0.2 Tu foto de perfil en redes revela aspectos ocultos de tu personalidad, según la psicología
- 0.3 La técnica de relajación para dejar la mente en blanco en 5 minutos según una experta: funciona
- 1 ¿Qué es lo que hace que una persona interrumpa seguido las conversaciones?
- 2 Otros motivos que hacen que una persona interrumpa a los demás constantemente
- 2.1 Relación de la costumbre de interrumpir con el TDAH
- 2.2 Interrumpir por una falta de escucha activa
- 2.3 Interrupciones por emoción o entusiasmo
- 2.4 Género y diferencias en las interrupciones
- 2.5 Ansiedad social y necesidad de validación a la hora de interrumpir
- 2.6 Falta de empatía y perspectiva
- 2.7 Influencia cultural en las interrupciones
Relacionarnos con otras personas es una parte esencial de la vida en sociedad. Desde las conversaciones en el hogar hasta las interacciones en el entorno laboral, la comunicación juega un papel clave en la forma en que nos conectamos y compartimos ideas. Por eso, que una persona interrumpa este hábito puede ser molesto algunas veces.
Y es que en estas interacciones, se espera un intercambio equilibrado, donde se respeten los turnos de palabra y se escuche atentamente al interlocutor. Pero esto no siempre ocurre. Algunas personas tienen la costumbre de interrumpir a los demás de manera constante, lo que no solo dificulta el flujo de la conversación, sino que también puede afectar las relaciones personales y profesionales.
¿Qué es lo que hace que una persona interrumpa seguido las conversaciones?
Cuando una persona interrumpe de manera frecuente, este comportamiento puede estar vinculado a diferentes causas psicológicas o patrones aprendidos desde la infancia. Algunos señalan que las interrupciones pueden deberse a rasgos de personalidad o incluso a condiciones neuropsicológicas. Algunos ejemplos son los siguientes.
- Impaciencia y necesidad de control: algunas personas interrumpen porque sienten la necesidad de tomar el control de la conversación, ya sea para llevarla por un rumbo específico o para acelerar su ritmo.
- Patrón aprendido: este comportamiento puede ser el resultado de un ambiente familiar o social donde las interrupciones eran frecuentes y consideradas normales. En estos casos, la persona podría no ser plenamente consciente de que está interrumpiendo.
Otros motivos que hacen que una persona interrumpa a los demás constantemente
La costumbre de interrumpir tiene raíz en diversas causas, que van desde patrones de personalidad hasta trastornos psicológicos como el TDAH. Este comportamiento puede generar tensiones en las relaciones interpersonales, especialmente si no se aborda de manera adecuada. Algunos de los motivos más comunes son los mencionados a continuación.
Relación de la costumbre de interrumpir con el TDAH
Puede que la interrupción constante también esté asociada a trastornos como el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). La doctora Sharon Saline, psicóloga clínica especializada en este campo, explica que: «Las personas con TDAH suelen tener dificultades con el control de los impulsos verbales y la memoria de trabajo. Esto las lleva a interrumpir porque temen olvidar lo que querían decir».
Rusel Barkley, experto en TDAH, también destaca en sus publicaciones que este tipo de comportamiento puede ser el resultado de déficits en las funciones ejecutivas del cerebro. Estas funciones son esenciales para la regulación de conductas, la planificación de acciones y el control de los impulsos. Por ello, las personas con TDAH pueden tener dificultades para inhibir el deseo de interrumpir.
Interrumpir por una falta de escucha activa
La habilidad de escuchar activamente es fundamental para evitar interrumpir. Carl Rogers, uno de los principales exponentes de la psicología humanista, enfatizó la importancia de suspender los juicios propios y concentrarse en la experiencia del interlocutor.
La falta de empatía o inteligencia emocional puede dificultar esta escucha activa, lo que aumenta la tendencia a interrumpir.
Interrupciones por emoción o entusiasmo
Según la psicóloga Barbara Fredrickson, en algunos casos, las interrupciones no se deben a una intención de dominar, sino a una respuesta emocional intensa. Personas que se sienten muy entusiasmadas o emocionadas pueden interrumpir como una manera de expresar su energía, aunque esto no siempre sea bien recibido por el interlocutor.
Género y diferencias en las interrupciones
La tendencia a interrumpir también puede estar influenciada por el género. Un estudio de la Universidad de George Washington indica que los hombres interrumpen un 33% más a las mujeres que a otros hombres.
En este marco, Joanna Wolfe, investigadora de la Universidad Carnegie Mellon, destaca: «Los hombres tienden a realizar interrupciones intrusivas, mientras que las mujeres son más propensas a ser las receptoras de estas interrupciones».
Otra causa común de las interrupciones constantes es la ansiedad social. Las personas que experimentan esta forma de ansiedad pueden sentirse incómodas con los silencios en la conversación o con la percepción de no estar participando lo suficiente. Esta incomodidad las lleva a intervenir de manera impulsiva.
Por otro lado, la interrupción también puede ser una forma de buscar validación o reconocimiento. Algunos estudios relacionan este comportamiento con una baja autoestima, donde la persona interrumpe para demostrar conocimiento o ganar atención.
Falta de empatía y perspectiva
Desde la psicología social, se explica que algunas personas carecen de la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Esta falta de perspectiva puede llevar a interrumpir sin considerar el impacto que tiene en el interlocutor. Además, quienes presentan rasgos narcisistas suelen interrumpir como una forma de reafirmar su dominio en la conversación.
Influencia cultural en las interrupciones
El contexto cultural también juega un papel relevante. En algunas culturas, las conversaciones son más dinámicas y las interrupciones son vistas como algo natural. En otras, se valora más el respeto a los turnos de palabra y los silencios.