Contenido
- 0.1 ¿Qué significa usar muchos collares, según la psicología?
- 0.2 Test de personalidad viral: la forma en que escribes la letra X determina si eres una persona confiable
- 0.3 ¿Qué significa llevar puestos muchos anillos, según la psicología?
- 1 ¿Cuál es el significado de no mirar a alguien a la cara cuando nos están hablando?
- 2 ¿Y si respondemos a la otra persona, pero seguimos sin mirarle a la cara?
Esta es una situación que seguro que hemos sufrido alguna vez. Incluso es posible que, sin ser conscientes, hayamos sido nosotros los protagonistas y no los receptores de semejante actitud. ¿Alguna vez te has visto trabajando frente al ordenador, alguien ha comenzado a hablarte y ni siquiera apartaste la vista de la pantalla mientras le escuchabas?
Cuando estamos ocupados en otra cosa, es comprensible que no queramos interrupciones. Incluso aunque nos veamos capaces de escuchar a otra persona, asentir con gestos, o responderle y conversar con ella aunque no la miremos. Podemos justificarlo con la excusa de la concentración o de no perder el foco de lo que estamos haciendo, pero lo cierto es que no mirar a alguien mientras te está hablando es un gesto poco agradable para quien lo sufre.
No nos referimos a una conversación cara a cara en la que de repente desviemos la mirada hacia otro lado, sino directamente a no mirar a nuestro interlocutor en ningún momento porque estemos ocupados en otra cuestión. Esta actitud, más allá de la educación y la etiqueta social, contiene diversas interpretaciones desde el punto de vista psicológico que son las que vamos a analizar en este artículo.
¿Cuál es el significado de no mirar a alguien a la cara cuando nos están hablando?
- Inseguridad o timidez: Las personas que son tímidas o inseguras pueden evitar el contacto visual porque se sienten incómodas en situaciones sociales. Esto puede ser una forma de protegerse de la atención, aunque si la conversación es de uno a uno y tiene lugar en un lugar cerrado, como una habitación o una oficina, este argumento no procede.
- Desinterés: En algunos casos, no mantener el contacto visual puede interpretarse como una señal de desinterés o falta de atención hacia la persona que está hablando. Esto puede ser involuntario, pero puede afectar la percepción que los demás tienen de nuestra atención y compromiso. Es como decir: «te estoy escuchando pero lo que estoy haciendo en estos momentos es más importante que tú«.
- Cultura: En algunas culturas, evitar el contacto visual se considera una señal de respeto, mientras que en otras puede interpretarse como falta de sinceridad o interés. En nuestro caso, la etiqueta de la cultura occidental marca exactamente el segundo caso.
- Procesamiento cognitivo: Los psicólogos han demostrado que algunas personas pueden tener dificultades para mantener el contacto visual mientras procesan información. Por supuesto, esto es particularmente cierto en individuos con trastornos del espectro autista o ansiedad social, donde el contacto visual puede resultar abrumador.
- Emociones: Evitar el contacto visual también puede ser un indicador de emociones como la culpa, la vergüenza o la tristeza. En estos casos, la persona puede no querer que los demás vean sus emociones internas.
- Estilo de comunicación: Algunas personas simplemente tienen un estilo de comunicación que no incluye mucho contacto visual. Esto puede ser parte de su personalidad y no necesariamente indica un problema. Es una interpretación psicológica que hay que reflejar, aunque no necesariamente es la más habitual.
¿Y si respondemos a la otra persona, pero seguimos sin mirarle a la cara?
En la situación expuesta anteriormente, podemos ir un paso más allá y llegar a responder o conversar con la persona que está junto a nosotros, aunque sigamos sin apartar la vista de lo que estemos haciendo. En estos casos, los significados desde el punto de vista psicológico pueden ser:
- Enfoque en el contenido: A veces, las personas se centran más en lo que están diciendo que en cómo lo están diciendo. Esto puede llevar a que hablen sin mirar a la otra persona, especialmente si están tratando de articular sus ideas con claridad. Este caso no se puede interpretar como una descortesía hacia el interlocutor.
- Desinterés: Similar al caso que comentamos en el apartado anterior. No queremos cortar la conversación con la otra persona, pero nuestro interés y atención están al 100% en otras actividades.
- Emociones y fragilidad emocional: Hablar sin mirar a alguien puede ser una forma de evitar mostrar emociones o vulnerabilidad. Algunas personas pueden sentirse más cómodas expresando sus pensamientos sin el escrutinio del contacto visual.