¿Qué significa no hacer nunca la cama, según la psicología?

No hacer la cama puede estar vinculado a diferentes factores psicológicos, como falta de rutina o rebeldía

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Mujer haciendo la cama

La sociedad suele dividirse en dos grupos: quienes consideran imprescindible hacer la cama cada mañana y quienes nunca lo hacen, ya sea por vagancia, «falta de tiempo» o simplemente negación. Esta costumbre, que puede parecer insignificante, ya fue analizada por la psicología, revelando posibles rasgos de personalidad asociados a esta acción cotidiana.

Numerosos estudios han destacado la importancia de hacer la cama como un hábito beneficioso para la salud mental. Un ejemplo es el libro Hazte la cama, de William H. McRaven, donde se defiende que cumplir con este pequeño objetivo cada día ayuda a establecer rutinas y fomentar la disciplina. Sin embargo, otras investigaciones sugieren que dejar la cama sin hacer podría tener ventajas inesperadas. A continuación, se exponen las conclusiones extraídas sobre el significado de esta práctica.

Interpretaciones psicológicas sobre no hacer la cama

La psicología ha identificado varios patrones de comportamiento y personalidad en quienes optan por no hacer la cama cada mañana. Estas son algunas de las posibles explicaciones:

¿Cuáles son las consecuencias de no hacer la cama?

Por una parte, existen posturas encontradas sobre si hacer la cama es una práctica beneficiosa o no. Es muy curioso lo que vas a leer ahora, pero un estudio de la Universidad de Kingston sugiere que dejar la cama sin hacer podría ayudar a prevenir problemas respiratorios.

Según sus investigaciones, una cama sin ventilar favorece la proliferación de ácaros, organismos microscópicos que pueden desencadenar alergias y asma.

Y, por otra parte, lo que plantea el modelo de los Cinco Grandes Rasgos de Personalidad (Big Five), es que quienes no hacen la cama podrían puntuar más bajo en responsabilidad (conscientiousness) y más alto en apertura a la experiencia (openness to experience). Esto refuerza la idea de que quienes no realizan esta tarea pueden tener un estilo de vida más espontáneo o creativo.

Pero de lo que no quedan dudas, es que muchos expertos en organización y psicología sostienen que mantener la cama ordenada contribuye al bienestar mental. Este gesto puede influir en la percepción del espacio personal, generando sensaciones de orden y control sobre el entorno.

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