¿Qué significa llevar la cabeza totalmente rapada, según la psicología?

La decisión de raparse la cabeza va más allá de la moda y tiene varios significados psicológicos según los expertos

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Una mujer con la cabeza rapada. Foto: Freepik

Llevar la cabeza completamente rapada es una elección estética que puede estar relacionada con diversos aspectos psicológicos. A lo largo de la historia, se ha vinculado con el deseo de romper con convenciones sociales, de expresar independencia o incluso de iniciar una transformación personal.

Sin embargo, esta decisión también puede tener implicaciones más profundas que van más allá de una simple tendencia de estilo. Los expertos sugieren que rasurarse la cabeza puede ser una forma de control sobre la imagen personal o de expresar rebeldía ante normas establecidas.

Algunos estudios apuntan a que las personas que optan por una cabeza rapada podrían estar buscando una manera de redefinir su identidad, mientras que otras interpretaciones señalan que esta elección puede ser una manifestación de confianza, seguridad o, incluso, una forma de lidiar con situaciones emocionales complejas. ¿Quieres descubrir realmente qué significa raparse la cabeza desde el punto de vista de la psicología?

Los significados de llevar la cabeza rapada según la psicología

El pelo es un elemento de gran relevancia y en muchas culturas demuestra su importancia social. Además, según el corte de pelo que lleves, puede tener un significado muy diferente.

La psicóloga Ana Ospina señala en su web qué significa que una persona lleve la cabeza rapada desde el punto de vista psicológico. Este corte de pelo se suele asociar con un cambio de vida, de ritmo, de cerrar etapas o de optar por la opción más cómoda y práctica durante un momento en el que lo necesites más de lo normal.

Por su parte, Ospina se centra en revelar los significados de que las mujeres lleven la cabeza rapada y estos son algunos de los más llamativos:

Este corte se hizo popular entre militares, en principio hombres. Anteriormente, las mujeres que lo llevaban no lo elegían ellas, sino que era un corte de castigo (cuando se les condenaba o se les querían anual). En la España franquista, era un método de represión y humillación.

«Las únicas mujeres que se atrevían a raparse por voluntad propia, aparecen a comienzos del siglo XX con Claude Cahun, que desafiaban las convenciones de género (el de Cahun fue un caso aislado, porque las mujeres no comenzaron a raparse la cabeza por iniciativa propia hasta los años 70)», señala Ospina.

En 2007, Britney Spears se afeitó la cabeza y ella declaró en algunas entrevistas que era una forma de «contraatacar» a aquellas personas que la habían observado mientras crecía de arriba abajo.

Según la psicóloga clínica María Victoria Sánchez, el rapado de cabeza es una «forma simbólica de empezar de cero«. Es como decir que vas a hacer lo que quieras con tu cuerpo sin tener miedo a ser juzgada y que tu prioridad eres tú misma.

En conclusión, raparse la cabeza puede ser una manifestación de diversos factores psicológicos, desde una búsqueda de control hasta un acto de rebeldía o transformación personal. Esta decisión refleja la manera en que una persona desea presentarse al mundo y cómo se relaciona con su identidad. Dependiendo del contexto emocional, también puede indicar un deseo de simplificación o un intento de afrontar cambios importantes.

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