El lenguaje corporal está lleno de matices y de acciones inconscientes que siempre tienen su explicación desde el punto de la psicología. Tal y como sucede con el gesto de cruzar los dedos de la mano, o tantos otros que hacemos casi sin darnos cuenta, golpear una mesa con los dedos es una acción que dice mucho sobre nosotros y sobre nuestro estado emocional en ese instante.
En este artículo vamos a repasar cuáles son las interpretaciones psicológicas más comunes de este gesto, siempre considerando que pueden estar sujetas a muchos matices y factores externos.
El significado de golpear una mesa con los dedos de la mano, según la psicología
En primer lugar, debemos distinguir el momento y la situación en que tamborileamos con los dedos sobre la mesa. No es lo mismo hacerlo mientras estamos en presencia de alguien, o hacerlo en solitario, o simplemente golpear de modo ocasional mientras participamos en una conversación como oyentes.
- Síntoma de ansiedad o nerviosismo: esta es la interpretación más común, y suele darse cuando el gesto se ejecuta de modo inconsciente. El estrés o la tensión emocional también pueden provocar este gesto sin que nos demos cuenta.
- Concentración o aislamiento: en algunos casos, la persona que tamborilea con los dedos puede estar intentando concentrarse, recordar algo, o simplemente quiere aislarse del ruido exterior.
- Impaciencia: este es otro síntoma claro, que se suele dar cuando golpeamos con los dedos en la mesa mientras escuchamos hablar a otros. En este contexto, el gesto denota cierta frustración y ganas de que llegue nuestro turno de palabra. En ocasiones, también puede significar que no estamos de acuerdo con lo que estamos escuchando.
- Incomodidad: cuando no estamos cómodos en presencia de otras personas, o en una determinada situación, es frecuente no saber qué hacer con las manos o con las piernas. Una de las respuestas naturales a esta circunstancia es tamborilear con los dedos de manera inconsciente, como queriendo darle una función o mantener la mano ocupada en algo.
- Enfado y frustración: esta interpretación guarda una estrecha relación con la impaciencia, aunque va un paso más allá en cuando a malestar. Las personas frustradas también suelen golpear la mesa con las manos, aunque no sepan por qué.
- Aburrimiento: por último, un significado muy común de este gesto es sencillamente que la persona se encuentre aburrida o poco enfocada en lo que está haciendo. Al no saber qué hacer, los movimientos inconscientes de manos, dedos o piernas son una respuesta natural de nuestro cuerpo.