El lenguaje corporal suele hablar más por nosotros de lo que imaginamos. Un gesto rápido, que a simple vista parece insignificante, puede tener un trasfondo profundo. Hay quienes se acomodan el cabello detrás de la oreja mientras hablan, otros lo tocan de forma repetitiva y algunos cruzan los brazos. Cada uno de estos movimientos transmite algo, incluso cuando no somos conscientes de ello.
Uno de los gestos más comunes es entrelazar los dedos, algo que hacemos casi sin darnos cuenta, pero que puede tener distintos significados según el contexto.
Este gesto aparece en reuniones de trabajo, conversaciones informales y hasta en momentos de tensión. No es casualidad. Entrelazar los dedos puede reflejar seguridad, incomodidad o incluso servir como una barrera emocional. Todo depende de la situación y del lenguaje corporal que lo acompaña.
¿Por qué entrelazamos los dedos al hablar?
La psicología del lenguaje corporal señala que este gesto puede reflejar varias emociones y actitudes. Cuando una persona entrelaza los dedos y los apoya sobre una mesa o en su regazo, generalmente indica concentración. Es común en quienes están procesando información o pensando en una respuesta.
En un ambiente profesional, puede ser un signo de autoridad y seguridad. Muchas figuras de liderazgo utilizan este gesto de forma deliberada para transmitir confianza y dominio de la situación. Si una persona lo hace mientras mantiene la espalda recta y la cabeza en alto, es probable que quiera mostrar firmeza en su postura.
Pero el contexto lo cambia todo. Si las manos están fuertemente entrelazadas y con tensión en los dedos, la interpretación es diferente. En este caso, puede ser un reflejo de ansiedad o nerviosismo. Muchas personas lo hacen cuando están bajo presión o enfrentando una situación incómoda.
Otra variante ocurre cuando alguien entrelaza los dedos mientras escucha. Si lo hace con un rostro relajado y contacto visual, probablemente esté mostrando interés y disposición a participar en la conversación. Pero si evita mirar a su interlocutor o mantiene los hombros encogidos, es posible que se sienta inseguro o incómodo con el tema.
Por otro lado, también puede indicar una barrera emocional. Cuando alguien mantiene las manos entrelazadas cerca del pecho o el abdomen, tal vez esté tratando de protegerse o crear distancia con la otra persona. Este gesto es común en conversaciones donde la persona se siente vulnerable o prefiere no involucrarse demasiado.
El significado de los dedos entrelazados depende del contexto
No hay un único significado para este gesto. Todo depende de la situación, la expresión facial y el resto del lenguaje corporal. En una reunión, puede reflejar seguridad y dominio, mientras que en una entrevista de trabajo podría ser una señal de ansiedad o nerviosismo.
Por eso, no basta con fijarse sólo en las manos. Hay que leer todo el conjunto: la postura, la mirada, el tono de voz. ¿Está relajado o tenso? ¿Evita el contacto visual o se muestra abierto?
Cuando lo notes, analiza cómo se comporta la persona en general y tendrás una idea más clara de lo que realmente está transmitiendo. Al final, el cuerpo siempre dice más de lo que las palabras pueden expresar.