Los psicólogos consideran que los pequeños detalles son los que más influyen en cómo percibimos el carácter de una persona. Por ello, es importantísimo que sepamos el significado del mayor número de elementos posibles. Por ejemplo, la moda es un claro reflejo de nuestra personalidad.
Puedes creer que vestirte de una determinada paleta cromática es una mera decisión estética, pero la psicología del color ha demostrado que es un factor clave en cómo nos percibe el resto de las personas. Puede no gustarte, pero usar ropa blanca, azul o negra tiene un significado específico.
Hoy vamos a centrarnos en el significado psicológico de vestir de blanco. No nos referimos a eventos como una boda, sino en elegirlo para la ropa en el día a día. Los psicólogos han investigado las razones científicas por las que deberíamos utilizarlo, aunque también tiene algunas desventajas.
Las ventajas de vestir de blanco, según los psicólogos
La psicología considera que, al menos en nuestra cultura, vestir de blanco está relacionado con la pureza, la bondad, la elegancia y la juventud. Por ello, siempre se asocia con personas auténticas, alegres y que están dispuestas a ayudar.
Más allá de los valores que vinculemos a nivel social, los psicólogos y científicos sí que dan varias razones por las que deberíamos incluir el blanco en nuestro armario:
- Sensación de frescura y renovación: puede contribuir a una actitud más positiva y abierta hacia nuevas experiencias. Esto nos hará parecer personas únicas y dispuestas.
- Claridad mental y concentración: el blanco, al ser un color neutro, puede ayudar a despejar la mente y centrarse en lo importante, facilitando la toma de decisiones y el enfoque en tareas específicas.
- Proyección de profesionalismo y confianza: en entornos laborales es una muestra de pulcritud y de perfección, lo que se considera indispensable en la mayoría de trabajos.
Desventajas de usar ropa blanca, según la psicología
Todo en exceso es negativo y vestir de blanco no iba a ser una excepción. Si usamos constantemente ropa de este color, vamos a conseguir que se nos asocie a valores contrarios a los que queríamos. Además, es una tonalidad neutra y podemos pasar desapercibidos.
En ciertos contextos, el blanco puede ser percibido como un color frío o distante, especialmente si se utiliza en exceso o sin combinarlo con otros tonos que aporten calidez.
Una consecuencia negativa es que nos vean como personas inaccesibles. De hecho, al estar asociado con características como la pureza, también podrían vincular nuestra forma de vestir con creernos superiores a los demás.
Otro factor a tener en cuenta es la neutralidad. En entornos labores puede ser útil, ya que nuestra forma de vestir no molestará a nadie. Como contrapunto, siempre pasaremos desapercibidos, aunque ese no sea nuestro objetivo.
Por todos estos motivos, los expertos en psicología del color recomiendan equilibrar el uso del blanco con otros colores que complementen y enriquezcan la paleta personal, adaptándose a las diferentes situaciones y emociones que se desees expresar.