Contenido
- 0.1 El increíble efecto de enviar un WhatsApp a tu amigo al levantarte: nadie lo imagina
- 0.2 Por qué las personas que visten tonos neutros generan más confianza en los demás: lo explican los estilistas
- 0.3 ¿Las personas que visten de negro transmiten poder o distancia emocional? La psicología despeja todas las dudas
- 1 El poder rejuvenecedor del color caléndula
- 2 Otros colores que aportan luz a tu tez
Con el paso de los años, nuestra piel cambia. El colágeno y la elastina se modifican y los colores que antes te favorecían pueden empezar a apagarte, ya que el contraste se endurece. La buena noticia es que existe un tono que funciona como un reflector natural, devolviendo la luminosidad a tu rostro y realzando tus rasgos.
Hablamos del color caléndula, un amarillo dorado y vibrante que neutraliza la palidez y aporta calidez. Aquí vamos a explorar cómo incorporarlo en tus prendas y qué otras tonalidades deberías considerar para ampliar tu paleta de colores personal.
El poder rejuvenecedor del color caléndula
El caléndula es un amarillo con pigmentación dorada, lo que lo hace rico y profundo, y evita el efecto pálido que a veces produce el amarillo puro o limón. Esta calidez es clave, ya que contrarresta los tonos grises o amarillentos que pueden aparecer en la piel madura.
Se trata de un tono que irradia energía. Si tienes subtonos cálidos en la piel, este color te sentará espectacularmente bien. Ayudará a que los rasgos naturales se vean más definidos, creando un efecto antiedad sutil.
Lo ideal es llevarlo cerca del rostro. Piensa en una bufanda de seda, una blusa o un cárdigan. Si te parece demasiado atrevido en una prenda grande, úsalo en un collar o unos pendientes.
Otros colores que aportan luz a tu tez
El caléndula es genial, pero tu armario necesita variedad. Hay una gama de tonos que consiguen el mismo efecto de luminosidad y te ayudan a proyectar diferentes emociones.
- Rojo escarlata: «Cuando tengas dudas, viste de rojo», decía el diseñador Bill Blass. Este color energiza el rostro y afila los rasgos. Puedes usar un rojo con base azul (cereza) si tienes subtonos fríos o uno con base naranja (tomate) si eres subtono cálido.
- Blanco suave: El blanco óptico puede ser demasiado duro. El color crema o marfil refleja la luz de forma sutil hacia el rostro sin endurecer. Es ideal si tienes el cabello plateado o gris.
- Azul cobalto: Es un azul intenso que se comporta como un neutro. Funciona bien con casi todos los subtonos y da claridad a la mirada. Es perfecto si tu armario tiende al negro o al gris, ya que aporta un pop de color sin desentonar.
- Fucsia: Un rosa brillante y juguetón que añade mucha luminosidad al rostro, sobre todo a los subtonos fríos. Combínalo con colores sólidos y neutros como el camel o el gris carbón para equilibrar su brillo.
- Verde esmeralda: Un color saturado y vivo. Resulta impresionante con el cabello blanco o plateado, ya que crea un contraste muy elegante. Si te resulta muy intenso, el verde Kelly es una opción más fresca.
- Coral: Un naranja-rosado suave. Este tono es mágico en subtonos cálidos y da un aspecto de leve bronceado sin necesidad de maquillaje.
Usar el color a tu favor puede ser parte de tu bienestar. Empieza probando con pequeños accesorios como un pañuelo o unos pendientes. Observa cómo la luz rebota en tu piel y elige siempre la saturación que mejor complemente tu tez y tu personalidad.






