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Libres, contra las normas y sin ataduras. Son algunos de los rasgos de las personas que deciden dejarse canas. Aunque es un tema tanto de hombres como de mujeres, desde el centro de psicología, Inmaculada Rodríguez Ángel, nombran que la lucha feminista por los derechos de la mujer ha implicado no solo aspectos como la equiparación salarial, la presencia en entornos laborales mayoritariamente masculinos o la igualdad dentro de las relaciones de pareja sino también la liberación de determinados cánones estéticos impuestos a lo largo de generaciones al colectivo femenino. Y dentro de estos, en los cánones estéticos y de belleza, encontramos la coloración no natural del cabello ante la aparición de las primeras canas. Porque las canas están relacionadas con ser una mujer mayor y esto no es, parece ser, atractivo.
De hecho, hay cantidad de mujeres famosas que deciden dejarse las canas y esto se ha convertido en una moda, por lo que cada vez más personas se suman a esta tendencia y no tiene miedo de mostrar su pelo blanco. Según el portal de ciencia Sinc, detrás de lo que puede parecer nada más que una cuestión estética, hay en realidad un cambio de perspectiva. «Las mujeres de hoy han ejercido muchas más responsabilidades y roles sociales que las de generaciones anteriores. Eso les ha dado un poder en la sociedad, que les ha permitido ampliar su visión de la propia identidad y hacer frente a muchos estereotipos sobre el envejecimiento», explica a SINC Lisa Hollis-Sawyer, profesora asociada del departamento de Psicología y coordinadora del programa de Gerontología, Mujer y Género de la Universidad de Northeastern Illinois.
Así son las personas que deciden dejarse canas
Autoaceptación
Los psicólogos coinciden en que quienes deciden no teñirse las canas suelen presentar una autoaceptación madura y sólida. Esta característica implica reconocer los propios cambios físicos sin interpretarlos como una amenaza a la autoestima.
Desde la perspectiva de la European Federation of Psychologists’ Associations, la autoaceptación es uno de los pilares de una buena salud mental, ya que reduce la ansiedad y el estrés relacionados con la necesidad de esconder rasgos considerados “imperfectos” o “indeseables” por la sociedad.
Resilientes
Dejar de teñirse también refleja un alto nivel de resiliencia psicológica. Quienes toman esta decisión suelen ser capaces de soportar comentarios, miradas críticas o incluso presiones familiares y laborales que apuntan a volver a “cubrir” lo que se considera un signo de envejecimiento.
La resiliencia es, pues aquí, entendida como la capacidad de adaptarse positivamente a situaciones adversas o a normas sociales restrictivas, permite mantener esta decisión a pesar de la desaprobación externa.
Rebeldía
Otra característica común es el espíritu crítico y de rebeldía. Las personas que deciden mostrar sus canas suelen cuestionar los mensajes que promueve la industria cosmética y los medios de comunicación. Esta actitud crítica implica un análisis consciente de cómo los estándares de belleza pueden perpetuar inseguridades y fomentar un consumo constante de productos para “camuflar” lo natural.
Seguridad
Estas personas se sienten cómodas con su imagen y no dependen tanto de las opiniones ajenas.
Valentía
Enfrentan posibles críticas, estigmas o prejuicios por romper con estereotipos de juventud eterna.
Conciencia del paso del tiempo
Tienen una perspectiva realista de la vida y del envejecimiento.
Minimalismo o sencillez
Algunas personas prefieren reducir el mantenimiento estético (menos tintes, menos tiempo en el salón, menos productos químicos).
Inspiración para otros
Muchas personas que se dejan las canas terminan motivando a otras a hacer lo mismo, al mostrar que se puede ser elegante, atractiva o atractivo, y natural a la vez.
Libertad
Además, decidir no teñirse las canas puede ser un acto de libertad personal y, al mismo tiempo, una declaración simbólica frente a los mandatos sociales sobre el envejecimiento. Es una elección que habla de aceptación, autenticidad y valentía.
Autenticidad y salud mental
La autenticidad es uno de los pilares del bienestar psicológico. Según un informe de la American Psychological Association (APA), las personas que se muestran tal como son experimentan niveles más altos de satisfacción vital, menor ansiedad social y mejor autoestima. En este sentido, no teñirse las canas puede convertirse en una herramienta de salud mental. Lejos de ser una actitud negligente con la imagen personal, puede ser un camino hacia la aceptación plena de uno mismo.
Qué significa el pelo canoso
Muchas personas quizás no saben que, en algunas culturas, el cabello blanco ha sido tradicionalmente símbolo de sabiduría y experiencia. Por esto quienes no se tiñen en algunos países y desde hace ya décadas, tienen presenta esta carga simbólica persiste, aunque de forma ambigua.
Mientras que en los hombres las canas se asocian con madurez y prestigio, en las mujeres suelen interpretarse como señal de descuido o envejecimiento. Elegir no teñirse implica también enfrentar esa desigualdad simbólica.